Terror en lo profundo 3D

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Se extrañan las mojarritas

Esta mala copia de «Piraña 3D» con tiburones de todo calibre no deja de ser entretenida, gentileza del absurdo guión que intenta combinar la típica película de jóvenes en peligro, debido a la imprevista aparición de depredadores submarinos, con la amenaza de psicópatas pueblerinos al estilo de los de «La masacre de Texas» y todos sus clones posteriores. Pero además, el argumento es tan ridículo como para que casi todos los personajes, especialmente los chicos buenos, no puedan dejar de hacer estupideces ni cuando están mutilados y casi agonizando por los ataques previos de los escualos.

La trama describe las vacaciones de un grupo de universitarios invitados a un lago de Louisiana por una chica del lugar, Es una pena que ella no les haya contado que nunca volvió allí luego de pasarle con una lancha por encima a su novio entrenador de buceo, al que le dejó un horrible cicatriz. En todo caso, los desprevenidos turistas se encuentran primero con la pésima acogida de los viejos amigos de su anfitriona, y luego empiezan a ser perseguidos por un tiburón.

A partir de ese momento los personajes empiezan a desaparecer de la pantalla casi con la rapidez deseada por el espectador, que por momentos no podrá creer los idiotísimos giros argumentales entremezclados con los lugares comunes del género.

La trama semifantastica acerca de una especie de reality show con tiburones come-turistas, por absurda que sea, al menos es original y ayuda a matizar el asunto con algo apropiadamente terrorifico. En este sentido, el psicópata redneck interpretado por Joshua Leonard es más terrorífico que los tiburones digitales que se lucen especialmente en algunas de las tomas diseñadas para el 3D.