Terminator: Destino oculto

Crítica de María Paula Rios - Fandango

De cyborgs invencibles y chicas rudas

En la era de resurgimientos cinematográficos, sobre todo los clásicos, era de esperar una vuelta al ruedo de LA franquicia de acción: Terminator. Y Tim Miller se hace cargo del asunto en lo que sería la sexta entrega, después de que la emblemática Sarah Connor (¡Te amamos Linda Hamilton!) consigue detener a la temible Skynet.

En el 2022 parece que la historia se repite, esta vez asumiendo el protagonismo Dani Ramos (Natalia Reyes), quien será blanco de persecución de un nuevo modelo de androide invencible, el Rev-9, capaz de atravesar sólidos y adquirir aspecto humano en cuestión de segundos. Pero no le será nada fácil, ya que a su vez será enviado del futuro un miembro de la resistencia, Grace (Mackenzie Davis), una humana “mejorada”, para defender y proteger Dani.

A huida de las chicas de este cyborg súper malo, se unirá nada menos que una vengativa Sarah Connor, quien desde la muerte de su hijo por parte del T-800 (Arnold Schwarzenegger), se dedica a cazar a androides por todo el país. Nos adentraremos en una especie de road movie en donde no cesará nunca la acción. Tiros y persecuciones por parte de este trío empoderado de mujeres, que se protegerán una a otras, más allá de la desconfianza.

La gran sorpresa de Terminator: Destino Oculto (¡Ojo! se viene spoiler) es la presencia de Carl, nuestro Terminator casi humanizado, ahora convertido en todo un padre de familia, habitando una apacible granja… y ayudando de forma anónima a quien le arruinó la vida, Sarah Connor. Es uno de los pocos momentos de la cinta en donde descomprime la acción, sumados algunos chistes, para ponernos emocionales y nostálgicos con esta dupla que nos hizo experimentar las más variadas sensaciones. ¡Y si! Los chicos están grandes.

Si bien desde el punto de vista formal y narrativo, el film no trae nada novedoso, en esta secuela predomina lo efectista por sobre el relato; los personajes femeninos están bien plantados: resurgen nuevas heroínas, y Sarah lucha contra sus propios fantasmas, aprendiendo a valerse de sus virtudes y capacidades. Más allá de ciertas incongruencias en el guion, las escenas de acción funcionan… son tensas, explosivas y sangrientas. Los amantes de la saga lo agradecerán.