Tenemos un problema, Ernesto

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

La pesadilla masculina

Con un humor muy particular, Diego Recalde ha construido una sucinta carrera como guionista y cineasta, además de sus otras actividades como monologuista, cronista radial y televisivo, cantante con su propio grupo musical y asimismo novelista. Precisamente Tenemos un problema, Ernesto parte de un libro propio que convierte en una insólita pero no por ello menos cinematográfica propuesta. Recalde había sorprendido positivamente con su sarcástico e innovador primer film, Sidra, y aquí, a través de una inconcebible trama, cuenta una historia tragicómica pero a la vez hace una radiografía de las peores pesadillas masculinas y además tiene tiempo de elaborar unas cuantas alegorías que van más allá de la peculiar anécdota que trasunta el film. Con la premisa de ver qué sucedería con un hombre que un buen día se levanta y descubre que carece de su miembro viril, aborda a un sometido guionista de televisión (que tendrá mucho que ver con él mismo) que deberá emprender una desesperada búsqueda, rodeado por bizarros y bribones personajes urbanos. El resultado, sin poder evitar algunos momentos chabacanos, es indiscutiblemente gracioso y entretenido. El histrionismo de Recalde resuelve a favor escenas que parecen no tener sentido, mientras que un elenco de figuras (el excelente Ernesto Claudio, Paula Kohan, Héctor Díaz, Cabito) acompañan de manera cómplice y divertida las acciones.