Teen angels: El adiós 3D

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Los Teen Angels es un grupo de cinco adolescentes que cantan. Salieron de la tira “Casi Angeles” y vendieron muchos discos. Vienen a ser como Los Parchís, Menudo, Chiquititas o el grupejo que a cada uno le haya tocado en “suerte” soportar cuando niños. Les sobra técnica y producción tanto como les falta alma y letras algo más elaboradas que el mensaje obvio sobre el amor y la amistad.
Sería necio e ingenuo hacer un análisis sobre “Teen Angels 3D” midiendo con la misma vara con la que se mide una obra cinematográfica. Si me pongo a pensar podría ser una buena excusa para descargar varias broncas. A decir verdad, no hay absolutamente nada para decir de éste estreno y sin embargo ahí andamos con el editor discurriendo qué hacer.
Sucede que es un recital brindado por esta gente. Un recital documentado, si se quiere porque también tiene imágenes de los fans haciendo la cola en el Gran Rex; niñas gritando de la emoción y planos detalles de algunas banderas. También hay varios copetes grabados por los integrantes del grupo Teen Angels con el teatro vacío como fondo e intercalados entre tema y tema como para darle más... ¿emoción? No. ¿Ternura? No, tampoco. ¿Valor artístico? Ni a palos. ¡Duración! ¡Ahí está! Eso era. Duración. Algo que justifique el precio de la entrada o el valor del enésimo DVD que salga con el mismo material que los anteriores. Ah… es 3D y no hay nada que lo justifique.
Si usted tiene la desgracia de tener hijas fanáticas de la banda, deberá cerrar los ojos y llevarlas. Mala suerte. Es por la felicidad de ellas. Mi tía se bancó Los parchís contra el inventor invisible y nunca me lo echó en cara. Volví a ver la película muchos años después. La verdad que mi tía me bancaba cada una cuando era chico…