Ted

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

¿Cómo se puede crecer cuando todavía se es amigo de un oso de peluche?

Cuando un personaje trascendente de los medios como Seth McFarlane, creador de Padre de Familia, American Dad y The Cleveland Show, da su primer paso a la pantalla grande, y no en el formato que le es familiar y cómodo, las miradas se posan sobre él. Se espera el deslíz, el error o lo que sea para montarse en una cadena de críticas que lo condene, de alguna forma, a volver a lo que sabe hacer. Este no es el caso de Ted, ya que con su primer trabajo como director, McFarlane logró hacer una comedia inteligente y ácida, pero al mismo tiempo con una sutil ternura que termina llegando al espectador.

La historia de Ted comienza cuando el pequeño John Bennet (interpretado por Bretton Manley), cansado de sentirse solo, desea que su inseparable oso de peluche cobre vida. Su deseo se realizó en el mismo instante que una estrella fugaz cruzaba el cielo, y todos sabemos lo que eso significa. Al día siguiente, Ted (voz de Seth McFarlane) camina, habla e interactúa con el que será su mejor amigo para siempre. Pero eso no es todo, ya que este hecho no quedó en el anonimato: Ted se convierte en una estrella mediática y logra acaparar la atención de todo el mundo.

Años después, Ted fue olvidado, una especie de one hit wonder mediático que duró lo que duró y, luego de los típicos escándalos del ocaso de las estrellas, volvió a su vida en casa, mirando televisión y fumando marihuana. Con él, y haciendo casi lo mismo, también nos encontramos a un John adulto (Mark Whalberg), un empleado irresponsable de una tienda de alquileres de autos. Con ellos vive Lori (Mila Kunis), una chica con un gran futuro profesional, locamente enamorada de John, pero un poco molesta por su inmadurez y, sobre todo, por Ted, al que ve como el áncla que no le permite avanzar a John.

Luego de muchos ultimatums, John decide dar el paso, y le anuncia a Ted que debe mudarse. Así, intentarán mantener la amistad a distancia, pero las ganas de estar juntos parece ganar siempre, con lo que Lori vive relegada. Este conflicto, más la aparición de un padre soltero y un chico malcriado (Giovanni Ribisi y Aedin Mincks respectivamente) que desean poseer a Ted a cualquier precio, son los ejes de la cuestión.

Ted derrocha humor, y de todos los tipos: humor bobo, humor de actualidad, humor inocente y humor políticamente incorrecto. Y la conjunción funciona, aunque por momentos (y este es el mayor defecto de la película) los chistes parecen gags más que una parte de una película con un argumento estable. De todas formas, esto no hace de Ted una mala película, sino que parece más el error de un cineasta novato acostumbrado a los tiempos de la Tv que lo único que necesita es experiencia. La próxima película de McFarlane, sospecho, va a ser una verdadera bomba.

En cuanto a las actuaciones, es más que obvio que Ted se lleva las palmas. Pero todo el elenco en general está bien, destacando tal vez al psicópata que interpreta Ribisi, tan delirante como patético, que vive gracias a su fanatismo por este oso ex-mediático. Y no voy a adelantar los dos cameos que brillan en la película, pero definitivamente ahí están los puntos más fuertes.

En definitiva, Ted es una muy buena comedia, efectiva y que solo cae en momentos por simple inexperiencia de McFarlane, y que tampoco son caídas muy bruscas. Sencillamente, tropezones que entorpecen un poco el relato, pero que no quitan ni una de las risas garantizadas en el film.

@JuanCampos85