Ted

Crítica de José Carlos Donayre Guerrero - EscribiendoCine

Mi oso favorito

No hay mejor ocasión que ver una comedia ácida, casi difícil de clasificar y ampliamente divertida. Así es Ted (2012), película dirigida por Seth MacFarlane creador de Family guy. Una comedia que juega con polos opuestos, como aquellos que son propios del género romántico y el humor más hilarante de la televisión norteamericana.

Sin negar su valor provocador, es además una comedia sobre la infancia y la amistad, Eso sí, con un estilo peculiar. Todo aquello que pase por la boca y las acciones del pequeño osito que fuma, se droga, bebe y disfruta de las mujeres fáciles, puede volverse risible y quedar mal parado.

La película inicia con la voz en off de Patrick Stewart contando de cómo un niño recibió de regalo un oso de peluche (un osito Ted) y pidió el deseo de que este cobrara vida. Entonces, mágicamente, el oso comenzó a hablar y a moverse por sí solo. Lo que al comienzo parece ser una historia salida de Disney o Pixar, se convierte en pleno desenfreno donde el niño llamado John Bennett ya tiene 35 años (interpretado por Mark Wahlberg) y su oso Ted también ha crecido. Los dos pasan el tiempo juntos dedicados a ver programas viejos de televisión (como Flash Gordon) fumando y bebiendo sin parar. Eso pone en riesgo la relación de John con su novia Lori (Mila Kunis) que ya no soporta la idea de que su novio siga atrapado, a causa de Ted, en la infancia, y aun peor comportándose como un niño rebelde. Ahí la película se irá convirtiendo en un tira y afloja entre las ganas de madurar de John y su peluche que siempre acarrea problemas.

Con gags traídos desde Family Guy y hasta de Springfield, el humor (basado en las cuestiones actuales como la homosexualidad, el sexo y demás vicios) no llega a ser exagerado ni perverso, ya que mantiene mesura dentro de su doble sentido, porque hay imágenes que deberían causar ternura pero que en el dialogo sucede todo lo contrario. Ese mismo humor se infiltra en los demás elementos presentes en la película, pues hay comedia, romanticismo, suspenso, acción y burla. Una mezcla que terminan por hacer un film que cierra sobre sí atractivamente.

Ted a pesar de su apariencia (y siendo éticamente correcto) no está dirigido para niños. Su público son los adultos principalmente, o los adolescentes que están en etapas de maduración, pues este film está hecho para los que disfrutan comedias con personajes entregados a las respuestas directas sin tapujos ni frenos de ningún tipo, que son libres a la inmoralidad porque gozan justamente de libertad plena. Es interesante el vínculo bien construido entre Ted y Mark Wahlberg (muy acertado en este papel a pesar de no ser muy conocido por sus dotes en comedia) que manejan un humor directo y natural. Y si bien ambos tienen que pasar por puntos de giro, puestos ahí en la historia para causar emoción, el peluche se lleva toda la película.