Ted Bundy: Durmiendo con el asesino

Crítica de Laura Pacheco Mora - CineFreaks

Naturaleza criminal.

Basado en hechos reales, este film nos presenta a uno de los asesinos más salvajes de la historia. Su caso se convirtió en mediático y si bien es del mismo creador de la serie de Netflix Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy, aquí se aleja de la parte intrínsicamente criminalística.

Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile (2019) es una biopic sobre Ted Bundy dirigida por Joe Berlinger y adaptada del libro “The Phantom Prince: My Life with Ted Bundy” de Liz Kloepfer. Se trata de la vida del conocido asesino serial relatada desde el punto de vista de su novia Liz (Lily Collins), una madre soltera que se enamoró de Ted Bundy (Zac Efron), quien se niega a creer en sus crímenes durante años.

Entre el reparto también se encuentra John Malkovich que interpreta a un juez del estado de Florida. Bundy se defendió a sí mismo debido a sus estudios en Derecho, habilidad e inteligencia, ridiculizando al sistema, burlándose usando un enorme moño y realizando un show de su caso. El director utiliza imágenes de archivo mezcladas con las ficcionadas y también fotografías.

Los primeros planos sólo transmiten frialdad, las interpretaciones son correctas. La reproducción de la época está bien lograda, desde la música, vestimenta, escenarios y utilería. Los pequeños flashbacks aportan algunos detalles; sin embargo, pecan de superfluos.

Según el libro, este asesino fue capaz de amar y de no dañar a esa mujer, aunque la pulsión siempre estuvo presente. Sin embargo, la construcción del personaje es muy débil, no conocemos su trasfondo, siendo esto lo que más nos interesaría saber… ¿qué hay detrás del personaje? ¿Cómo llegó a cometer esas atrocidades?, lo cual increparía al espectador de diferentes maneras. Por ese motivo, la adaptación también carece de sustento dramático. No nos sucede nada con los protagonistas y eso no es positivo.

Considero que el final es el mejor logro de este film, cuyas escalofriantes palabras del propio Bundy que habla con real conocimiento rezan: “Los asesinos no aparecen de la oscuridad con dientes largos y salivando… la gente no se da cuenta que las personas que conocen, la gente a la que quieren, con la que viven, trabajan y admiran, podrían ser las personas más demoníacas que se puedan imaginar…”.

Explorar esa perfecta doble personalidad faltó aquí, quizás el mayor inconveniente en el tratamiento; después de conocer la parte criminalística y horrorosa en tantos documentales y series sobre este asesino, conocer y profundizar lo que se esconde, lo que nunca se contó, es lo que mínimamente esperábamos de este director.