Ted Bundy: Durmiendo con el asesino

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Un caso muy conocido en los EEUU, y el mismo director de esta ficción, famoso documentalista, tiene un trabajo de cuatro horas de duración titulado “Conversaciones con un asesino: The  Boundy tapes” (Netflix). Pero en esta película, con guión de Michael  Werwie, basado en el libro de la fuera novia de Bundy, el realizador toma el riesgo de ver a este asesino definido por el juez que finalmente lo condeno como “extremadamente cruel, sorprendentemente malvado y perverso” responsable de haber matado a más de treinta mujeres, con la ingenuidad de su enamorada. Un riesgo con buenos resultados, porque encontró en Zac Efrom al actor perfecto. A través de su composición es fácil entender cómo funciona la “seducción del mal”. Como las mujeres caían conquistadas por ese hombre que no necesitaba buscar a sus víctimas porque ellas deseaban  estar con él. Aún después de los juicios donde comenzaban a probarse sus atrocidades. Para los espectadores que no están familiarizados con su historia, el film aporta tanta confusión sobre su culpabilidad como la que tienen sus mujeres, la interpretada por  Lily Collins y Angela Sarafyan, y con esa seguridad enfermiza del depredador, que se defiende a sí mismo y que cree firmemente en su inocencia aun ante la abrumadora cantidad de cadáveres que acumuló.  La ex estrella de “High School” ha crecido como actor y aquí lo prueba con creces, parece haber nacido para este rol. Atildado, payasesco pero letal al mismo tiempo. Un hombre que puede permitirse la ternura y la más convincente cara de inocencia, a pesar de las atrocidades que comete y solo se ven pantallazos quizás de su propia mente fracturada. En los titulo finales se muestran al verdadero  protagonista.