Te esperaré

Crítica de Catalina García Rojas - Visión del cine

El director Alberto Lecchi vuelve a la gran pantalla con Te esperaré, un drama lleno de incertidumbre que busca reflexionar sobre los vínculos familiares y la idea de revolución a través de diferentes contextos políticos.
En medio de la Guerra Civil española, un soldado catalán aprovecha el poco tiempo que le queda para despedirse de una joven antes de partir al campo de batalla. Como es de imaginar, en medio de esa conversación ella pronuncia: Te esperaré. Esas dos palabras son suficientes para que se sumerja en un mar de incertidumbre, a la espera de cualquier señal de su amado que le dé tranquilidad y que, al mismo tiempo, le ayude a construir su ilusión de una vida juntos.

El tiempo pasa. El escritor español Juan Benítez (Juan Echanove) presenta su último libro dedicado a ese soldado catalán, a ese auténtico revolucionario llamado Miguel Creu. Benítez lleva años ficcionalizando esa vida, en sus libros investiga sobre sus trayectos y cómo atravesó diversas luchas libertarias alrededor del mundo.

En medio de una nueva investigación para otra novela el escritor viaja a Buenos Aires, el último destino del revolucionario luego de luchar y finalmente morir en plena dictadura militar. Sus restos y los de su mujer Esther son hallados por parte del equipo de antropología forense en las investigaciones recientes sobre crímenes de lesa humanidad.

Este descubrimiento perturba los recuerdos de su hijo Ariel Creu (Dario Grandinetti), quien le guarda rencor por no haber estado más presente y priorizar sus ansias de lucha en vez de su familia. En cambio su nieto Federico (Juan Grandinetti) lo admira profundamente. Y es él que se empeña en buscar datos sobre su trayectoria y estar en contacto con su historia. Esto hace que inevitablemente se encuentre con Benítez, quien necesita conocer a los descendientes de su admirado personaje. En medio de esta nueva investigación se observan no sólo los motivos que impulsaron al héroe revolucionario sino también los vínculos entre los diferentes personajes que, a pesar de venir de diferentes orígenes, guardan muchas cosas en común.

El guion escrito por Lecchi junto con Daniel Garcia Molt atraviesa diferentes contextos políticos para trazar los efectos del heroísmo revolucionario de Miguel Creu en la vida de sus familiares. Este revisionismo histórico se conecta con un tema actual en el país: los juicios por crímenes de lesa humanidad. A través de una ficción se observan diferentes cuestiones del proceso como la desprotección de los testigos, el miedo a declarar por amenazas y, por sobre todo, la impunidad con la que se manejan los acusados. Su principal problema es desaprovechar un tema tan complejo para conseguir un suspenso innecesario y con un pobre resultado.

Por otro lado prioriza a personajes que no ayudan a la trama y no enfatiza las grandes actuaciones con las que cuenta, entre ellas la de Darío Grandinetti e Inés Estévez (que cumple el rol de su mujer). Y también con la idea de exacerbar el drama, la narración se enreda en diversos recursos mal logrados que la convierten en irrelevante y con un flojo desenlace.