Tarde para morir joven

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

De la directora chilena Dominga Sotomayor, quien también escribió el guión, que elige mostrar un momento histórico en Chile, el fin de la dictadura de Pinochet, pero por sobre todo, ese tiempo mágico y único donde muchos niños y adolescentes comienzan a saborear la libertad y la afirmación de su camino a la adultez. En las afueras de Santiago, un grupo de amigos y familiares decide vivir en comunidad. Por convicción, para que sus hijos se críen lejos de los peligros de la ciudad, inmersos en la naturaleza. Mientras los adultos deciden si tendrán luz eléctrica, los pequeños, adolescentes y preadolescentes descubren deseos, secretos, amores, pasiones, dolores. La pericia de la directora, galardonada como la mejor en Locarno por este film, es el registro vivo, complejo en cada toma, de esos momentos preciosos e inolvidables, de esos climas que nos invitan a compartirlos, a sentirnos parte de una luminosidad tan intensa como la vida misma.