Tár

Crítica de José Rey - Bendito Spoiler

Todos los años se estrenan varias películas que en su concepción buscan desafiar las reglas establecidas del juego. Pocas logran triunfar y la mayoría terminan quedando en el recuerdo colectivo de una cinéfila muy comprometida, caso de Titane por ejemplo. No sé si Todd Field habrá visto eso, pero lo cierto es que los 16 años de espera de su nueva película valieron la pena. Su film, Tár, presentado en el New York Film Festival 60, debe ser lo más cercano a un recuerdo pasado de lo que significó en su momento el Nuevo Hollywood del cine americano. Junto a Cate Blanchett presentan una historia hipnótica con más preguntas que respuestas.

Lydia Tár (Cate Blanchett) es una compositora y directora de orquestas muy famosa que parece atravesar su mejor momento hace varios años. Cuando se prepara para culminar el trabajo de su sueño en Berlín, un error del pasado acechará su vida. Todd Field se basan en los famosos casos de los «cancelados» y muestra a la audiencia un abanico de incógnitas que harán que revisites tu postura actual sobre el tema de la separación del artista y la persona. Pero al director ni siquiera quiere que la cambies (si llega a suceder eso debe ser en parte por el carisma de Blanchett), más bien quiere mostrar que los «malos», no caen por «malos», caen porque el destino, o algo mayor, siempre pasa factura.

El film juega con lo surreal y la paranoia del personaje. Tár esa una sabelotodo que materia a su madre solo para ser famosa. Con gran talento y determinación se cree más que todos, incluso, superior al movimiento feminista. Lo primeros 25 minutos de la película son justamente una introducción del personaje con dos charlas. La primera en una entrevista donde vemos el lado público de Tár, en el cual se cuida más. Y luego en una clase de Juilliard, en donde lejos de las cámaras y en una de las mejores escenas del año, deja en evidencia su verdadera actitud.

Cate Blanchett está en modo Dios. Entrega una de sus actuaciones más completas. Mención especial a todo el entrenamiento de música clásica que realizó ya que todas las escenas cuentan con un montaje real. Esto se logró también gracias a la compositora Hildur Guðnadóttir. La ganadora del Oscar por su trabajo en Joker fue la encargada de las partituras de Tár, entregando un trabajo de gran nivel. Un goce para cualquier conocedor del tema. Por otra parte, Nina Hoss, es magnética en cada escena. También un reconocimiento a Sophie Kauer que debuta actuando y carga bien el peso del personaje central que tiene.

Tár termina siendo mucho más de lo que a primera instancia se ve. Pero podemos quedarnos por ahora con una muestra de cómo conviven el ego, el poder y la genia. Es un film que, como dijo la misma Blanchett en la conferencia de prensa post proyección, respeta a su audiencia y no quiere dejar indiferente a nadie. Ojalá, Todd Field no tarde otros 16 años en hacer otra película.