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Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La vida de una directora de orquesta transformada en una estrella del mundo cultural, una EGOT denominación para aquellas excepcionales personas que ganaron un Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony. Una genia, apadrinada por otro director excepcional, que goza de un reconocimiento sin límites, que roza la adoración. Pero también una mujer que parece tenerlo todo, está casada con otra mujer, tiene una hija y es la primera en dirigir una famosísima orquesta de Berlín. Lo que hace Todd Field, como guionista y director es un estudio profundo de este personaje brillante y oscuro a la vez. Se la muestra con una precisión punzante y a la vez todo se trata también de una caustica revelación sobre los manejos del poder. Y la destrucción que provoca ese abuso de poder y la cancelación cultural extrema. El personaje principal mostrado en toda su dimensión con escenas y tomas silenciosas y expresivas, musicales y reveladoras en detalles y situaciones, tiene en Cate Blanchett a una intérprete perfecta (seguramente ganará el Oscar otra vez) La actriz se comprometió tanto con su personaje que estudio piano, alemán, dirección musical para hacerlo todo en el film con un talento impresionante. Esa mujer excepcional y todopoderosa usa su poder en una clase, en favorecer o no a quienes la rodean, sabe humillar y herir, sabe ser una depredadora sexual por momentos. Es sublima en su arte, déspota en su deseo. Y cuando se unen intrigas de celos y venganzas con sospechas terribles su mundo se desmorona. El film no es condescendiente con nadie, ni con su protagonista ni con quienes la rodean, se mete en la mente atormentada de pesadillas de esa directora y delata los manejos sucios y políticos del mundo cultural. Toda la película es fascinante aun para aquellos que no sean eruditos de la música, por su honestidad brutal, por su realización y por tener a una de las mejores actrices del mundo.