Tango Suomi

Crítica de Fernando Sandro - Alta Peli

Made in ¿Argentina?.

Argentina es reconocida en el mundo por diferentes factores, elementos y personajes. Messi, Maradona y el dulce de leche se nos vienen de inmediato a la cabeza. También el baile característico, el tango, atraviesa fronteras y sirve de carta de presentación en cuanta referencia, sobre todo porteña, se quiera hacer.

Es por eso que ese ritmo que nosotros creemos tan nuestro, se encuentra instalado en otros horizontes, disímiles. Hasta se organizan campeonatos mundiales relacionaos con el tema, y Argentina no es la eterna ganadora.

Hollywood tomó el ritmo más de una vez, desde las películas que Carlos Gardel hizo en ese territorio, hasta los icónicos bailes de Al Pacino en Perfume de Mujer y Arnold Schwarzenegger en Mentiras verdaderas; es sabido que en Japón el tango también es furor (ni hablar de la rencilla con nuestros hermanos uruguayos).

¿Pero es Japón el único país con una cultura diferente a la nuestra en dónde el tango se mantiene como un ritmo popular? ¿Les suena algún país del norte de Europa?

Milonga finlandesa:
En su ópera prima, la más conocida como productora Gabriela Aparici (Las enfermeras de Evita, Soy Ringo) realiza una serie de entrevistas que nos llevan a Finlandia, un país del que, tenemos que ser sinceros, conocemos realmente poco. Es la cuna de los reconocidos directores Mika y Aki Kaurismäki (casualmente este último estrena película El otro lado de la esperanza, el mismo día de estreno de Tango Suomi), le da nombre a una conocida marca de quesos untables, y probablemente poco más.

Bueno, lo cierto es que en Finlandia adoran el tango, y hasta pueden llegar a considerarlo un ritmo autóctono.

Aparici emprende varios viajes a ese país y realiza una investigación sobre la devoción que les despierta el tango. El fruto de esa investigación termina siendo este Tango Suomi, un documental de estructura formal, sin demasiada innovación desde lo técnico, pero que se aprecia desde lo curioso y desde esa postura personal que realiza tanto la directora como sus entrevistados.

El artista M. A. Numminen y el investigador Pertti Mustonen son dos finlandeses dedicados a este arte, sus entrevistas son las más reveladoras y guiadoras del “relato”. A ellos les complementan otros varios, entre los que podemos apreciar llamativamente al citado Mika Kaurismäki (los memoriosos podrán recordar que en sus películas, el tango suele estar presente).

Los puntos de interés son ver cómo dos países en apariencia tan distintos se unen bajo un mismo sentimiento. Sentimiento que es más que un ritmo: en Finlandia el tango se vive con pasión, pero también con ese dejo melancólico tan propio del tanguero, del que -uno puede imaginar viendo algo de su cine- la cultura del país bebe asiduamente.

Conclusión:
De cómo un ritmo nos hermana, de cómo el arte atraviesa las fronteras y se vuelve difuso saber de dónde es originario, Gabriela Aparici en Tango Suomi nos habla de otra cultura y, sin querer, nos está también mirado a nosotros.