Tangerine

Crítica de Fernando Casals - Revista Meta

MERRY CHRISTMAS, BITCH!

“Tangerine” es una película navideña… diferente. Una comedia con mucho corazón sobre las aventuras y desventuras de dos prostitutas transexuales, que caminan Los Ángeles en la víspera de Navidad en busca de un proxeneta que probablemente engañó -y con una blanca que nació mujer- a una de ellas. La película del director Sean Baker, recibió mucha atención por haber sido filmada con Iphones, pero en realidad ese gimmick se olvida rápidamente al ver el film.

Mientras Sin-Dee (Kitana Kiki Rodríguez) y Alexandra (Mya Taylor) realizan un trabajo detectivesco de altísimo perfil, una subtrama aparece, se trata de Razmik (Karren Karagulian) que conduce su taxi alrededor de las secciones más sórdidas de L.A. donde la acción trans tiene lugar.

Rodriguez y Taylor sobresalen en sus papeles. Sus interpretaciones se sienten reales y tienen esa chispa que las convierte en únicas. Un brillo contagioso pero que nunca nos deja olvidar los desafíos que una vida asi conlleva. Es ahí donde se ve el talento de Baker -que co-escribió el film- al presentar esta identidad sexual como algo dado. No hay que explicarlo, ni justificar nada, es como es.

Inmediata, más cerca del primer Godard que de fairy tales como “Pretty Woman”, “Tangerine” es una película que pone en primer plano la jerga de ese sub-mundo y el encanto de sus protagonistas, permitiendo reír con ellos y no de ellos. Cuando el dia se termina, en la escena de la canción que interpreta Alexandra, el drama melancólico se apodera de la historia, y los explosivos verbales dan paso a la angustia que corre por debajo. Ya es demasiado tarde y fue un dia muy largo.