Tangerine

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Otra protagonista trans en apuros

Esta pequeña comedia dramática tiene todas características del típico cine indie estilo festival de Sundance. La protagonista es Kitana Kiki Rodriguez, una chica trans que anda recorriendo las calles de Los Angeles una Navidad, buscando muy enojada a su amor y rufián, dado que en la primera escena de la película otra amiga callejera le cuenta un chisme: durante su ausencia, su hombre la engañó con otra chica, para colmo blanca "y una chica de verdad", es decir no una travesti.

A partir de ese momento el director Sean Baker se ocupa de mostrar las correrías de la chica buscando a su hombre por toda la ciudad, y el argumento parece una simple excusa para mostrar lugares más o menos sórdidos o pintorescos de Hollywood. En este punto es donde la película es más interesante, ya que el director evidentemente conoce las calles donde filma y sabe cómo potenciar las imágenes para enriquecerlas con colores fuertes y saturados que, por momentos, son muy atractivos. Pero no ocurre lo mismo con las situaciones, tanto las de la drag queen protagónica como las que tienen que ver con su amiga o las que describen los extraños pasajeros de un sufrido taxista cuyo camino, obviamente, se cruzará con las otras dos. Para dar una idea de la falta de conflictos dramáticos del film, basta señalar que antes de que pase nada más o menos interesante, hay que esperar unos veinte minutos de metraje. Y otro detalle que se vuelve un tanto cansador es la manera chillona y estereotipada de expresarse de las chicas trans, al punto que resultan caricaturas y no personajes que el espectador pueda tomarse en serio.