T2: Trainspotting

Crítica de Julián Brennan - Cinergia

Segundas partes son buenas

Voy a empezar diciendo una cosa: Danny Boyle es un genio. 20 años después del estreno de Trainspotting, Boyle vuelve con una secuela que iguala y hasta diría que supera a su precuela.
Un comienzo fantástico, un soundtrack que te vuela la cabeza, lo acentos escoceses adorablemente inentendibles, drogas duras por todos lados, un cóctel que demostró funcionar en 1997 y vuelve a hacerlo en 2017.
El film tiene varios temas: la amistad, la dependencia por drogas, la desconfianza, la clase media escocesa y la redención que busca amistad. La bella Escocia nos vuelve a mostrar su bella fotografía y el excelente uso de la música se suma a los grandes actores que vuelven para esta secuela.
Danny Boyle contó en Madrid sobre qué trata la película para él: "Al principio pensamos que Trainspotting 2 trataba de ser turista en tu juventud y de todo eso, pero no, trata la de la masculinidad y del paso del tiempo, de lo mal que se nos da a los hombres envejecer, y de lo bien que se les da a las mujeres porque son más sensatas y tienen un reloj que les marca los tiempos. Nosotros no, nos aferramos a nuestra juventud y seguimos comportándonos como críos aún siendo adultos y eso es triste y desesperado".

Quienes hayan visto en 1997 la primera parte de este film, no tengan dudas, vayan a verla cuando puedan, pero no se la pierdan, no se van arrepentir.