Super Once: El juego final

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Después del último film de Dragon Ball llega otro estreno de animé a los cines locales algo que es atípico y muy positivo para la cartelera que le abre una puerta a este género.

Super Once es uno de los grandes fenómenos infantiles japoneses del momento que en el último tiempo empezó a cosechar sus fans en Latinoamérica.

Una propuesta que nació primero como una serie de video juegos para la consola Nintendo DS y que luego se adaptó en una serie de animación y cómics con mucho éxito.

Estaba cantado que no tardaría en tener su película en el cine.

Super Once es una combinación bizarra de Los Supercampeones (un dibujo animado que fue famoso en Argentina a mediados de los ´90) con Yu Gi Oh, donde el fútbol se mezcla con la ciencia ficción y la fantasía.

Un producto que está muy bien pensado para capturar la atención de los chicos, muy especialmente los varones, por la manera en que se fusiona la competencias deportivas con jugadas futboleras bizarrísimas de fantasía que convierten a los Supercampeones en una drama de Akira Kurosawa.

La película es una especie de capítulo doble para el cine donde se profundiza un poco más e los comienzo del protagonista, Mark Evans y sus primeros años en la escuela Raimon.

Recuerdo que cuando era chico este tipo de films que se estrenaban basados en series animadas de televisión eran destruidas por la prensa porque se consideraban productos menores y en la prensa se olvidaban del público para el que estaban concebidas.

Para los chicos que siguen esta serie por la tele el film es una fiesta y tiene un muy buen trabajo en la animación y la secuencias de acción que son muy divertidas.

No es una joya del animé pero es un producto decente que está bien realizado y entretiene.

La película de Super Once, estrenada en el 2010, fue imbatible en la taquilla japonesa durante seis semanas consecutivas, donde se consolidó como una de las producciones más vista de ese país durante ese año.

Los fans la recibieron muy bien y por eso se hicieron dos continuaciones más.

Los padres que acompañen a sus hijos y no estén familiarizados con los personajes seguramente la sufrirán un poco más con tanto desquicio que presenta el dibujo, pero lo más chicos sin duda la disfrutarán a lo grande.