Sucker Punch: Mundo Surreal

Crítica de Juan Carlos Di Lullo - La Gaceta

Cinco chicas audaces

Si el espectador está dispuesto a ver un "clip" con un notable tratamiento de la imagen de más de 100 minutos de duración, encontrará ampliamente justificado cada centavo que pagó por la entrada. Si pretende asistir a la narración de una historia coherente, o a la formulación de algún planteo conceptual que vaya más allá de una excelente propuesta audiovisual, que elija otro estreno.

Zack Snyder ya demostró en "300" y en "Watchmen" que es capaz de inventar y de mostrar en la pantalla escenarios de enorme riqueza visual. En esta oportunidad extrema esas virtudes y da rienda suelta a su frondosa imaginación para contar las aventuras de un quinteto de reclusas en una institución mental cuando, por obra y arte de una especie de baile hipnótico que ejecuta una de ellas, acceden a un mundo fantástico en el que todo parece posible. La (débil) excusa argumental es que, a través de cuatro etapas (y de la conquista de otros tantos elementos), accederán a un quinto plano en el que podrán concretar el ansiado escape del manicomio en el que están encerradas.

Es así como las aguerridas damas aparecen sucesivamente en las trincheras de la primera guerra mundial, o enfrentadas a un gigantesco dragón entre zombis medievales, o tratando de desactivar una bomba a bordo de un tren a toda velocidad; no son otra cosa que pretextos para que las chicas desplieguen vistosas coreografías mientras disparan sus armas en escenarios que siempre sorprenden por su gran calidad visual. La vuelta a la realidad, en el clima oscuro y deprimente del manicomio, produce un interesante contraste.

Los personajes son esquemáticos: las chicas, temerosas y vulnerables como internas, aparecen valientes e indómitas como guerreras; el guatemalteco Oscar Isaac compone uno más de sus tantos villanos y Scott Glenn es una suerte de gurú onírico bastante convencional. Todo esto, por cierto, magníficamente fotografiado.