Sublime

Crítica de Matías Frega - Cine Argentino Hoy

“Sublime” de Mariano Blasín. Crítica
Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Matias Frega Hace 3 semanas 0 38
Dentro del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, además de las competencias oficiales, existen otras secciones donde se presentan películas muy interesantes. Una de ellas es la sección “Galas” conformada por cinco films provenientes de Argentina, Chile y Reino Unido. “Sublime”, ópera prima del director Mariano Blasín, es una de las opciones nacionales dentro de este grupo. El film, protagonizado por Martín Miller y Teo Inama Chiabrando, tuvo su paso por otros festivales de cine muy importantes como el de Berlín y el de San Sebastián, donde cosechó algunos premios.

El realizador presenta un coming-of-age que retrata el despertar sexual en la adolescencia. Manuel es un chico que vive en una ciudad costera de Argentina, allí pasa sus días entre la escuela, sus amigos y su banda de rock. Felipe es su mejor amigo de toda la vida con quien generó un vínculo casi de hermanos, pero con el paso del tiempo Manuel comenzó a enamorarse de él. Esta nueva realidad le trae un gran conflicto interno, ya que Manuel no puede evitar sentir esa atracción por Felipe, pero a su vez no quiere perder su relación de amistad.

“Sublime” está narrada con mucha sensibilidad y cuidado, sin caer en los típicos dramas existenciales. La historia busca acompañar de forma natural el crecimiento del protagonista y su camino por la autoaceptación, enmarcado en un ambiente de comprensión que no resulta agobiante. Ambos actores protagonistas se entregan a sus personajes con muchísima naturalidad, logrando así acoplarse perfectamente a la propuesta del film, potenciándose entre sí.

La música es otra de las grandes protagonistas de esta película, teniendo en cuenta que Manuel y Felipe son parte de una banda de rock, vemos también su crecimiento creativo plasmado en canciones que utilizan como vía para canalizar sus sentimientos, todas ellas son interpretadas durante el metraje. A esto se le suma una hermosa banda sonora a cargo del músico Emilio Cervini.

Pero eso no es todo, la belleza argumental del film se enaltece gracias a la excelente fotografía y trabajo de cámara de Iván Gierasinchuk, encargado de plasmar en imágenes la profundidad y corazón de la cinta. Por último, también se destaca el montaje realizado por María Astrauskas quien otorga momentos de gran dinamismo y otros de mucha poética.