Steve Jobs

Crítica de Diego Padula - Citricón

Con apenas cuatro años pasados desde su muerte, vemos la segunda película biografía póstuma de Steve Jobs. Job (2013) con Ashton Kutcher en el papel de Steve, que apostó más al parecido de Ashton con Jobs de los años 70 y siendo una obra apresurada sin nada que aportar a la historia de unos de los fundadores de Apple. Ahora viene a nosotros Steve Jobs (2015), película basada en la biografía oficial escrita por Walter Isaacson (excelente biógrafo, que tiene una de las mejores biografías de Albert Einstein, y recomiendo), con dirección de Danny Boyle, ganador de un oscar por Slumdog Millionarie, y para finalizar protagonizado por el excelente actor Michael Fassbender, que, a pesar de no ser parecido a Steve, sus méritos como actor nos hacen olvidar cualquier problema con eso. Con todo esto que describí acá realmente estaba muy ansioso por esta película, la obra de Issacson es excelente y dentro de todas las que salieron, a mi punto de vista, es la que mejor retrata la locura y la genialidad de Steve Jobs, pero viendo la película mis alegrías duraron poco. La película termina apenas siendo una pequeña presentación de lo que fue la trayectoria y los conflictos del personaje, además no ser fiel al núcleo de libro.

Usando tres puntos en su carrera, el lanzamiento de Macintosh en 1984, el lanzamiento de NeXTCube en 1990 y el primer iMac en 1998, usandolos como una forma de juntar todos los conflictos y características de Jobs en los momentos anteriores de cada lanzamiento, aglutinando los problemas con la hija, su forma de tratar a su socio y amigos, todos en esos momentos. Es interesante de la forma en que fue pensada, siendo hasta de cierta manera innovador, pero al mismo tiempo vacía y escapando mucho de la forma que realmente era Jobs. Si leyeron el libro notarán que en la película quisieron humanizar y “santificar” a Steve, incluyendo un momento de redención al final que queda muy lejos de lo que realmente pasó. Hicieron con el libro algo que que hizo famoso a Steve Jobs, usando su campo de distorsión de la realidad, siendo una versión torcida de una realidad que pasó, algo en lo que Steve Jobs era un maestro. El podría hacerte creer cualquier cosa y de la forma en la que el quería.

Puntos positivos para Fassbender y para Kate Winslet (Joanna Hoffman), es que están muy bien en sus papeles, creando una química interesante sobre una amistad profesional que fue eje en la vida de Steve Jobs. Fassbender, personificó bien la forma y principalmente la voz de Steve y su forma de comunicar, a pesar de que en realidad Steve podría ser mucho más violento y desalmado con sus subordinados de lo que fue retratado en la película.

Una forma peculiar de contar la historia de unos de las personalidades más influyentes de los últimos 30 años, usando el campo de distorsión de la realidad que tanto caracterizó a Steve Jobs.