Star Wars: Los últimos Jedi

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Llámenme un viejo choto, un cincuentón equivocado o un hereje… pero, la verdad, las películas originales de Star Wars nunca me impresionaron demasiado, incluso cuando era chico. Ok, los efectos especiales eran maravillosos pero la historia me parecía ñoña y hasta Luke Skywalker nunca me dió la impresión de ser un héroe badass sino uno con demasiados prejuicios. La escena de El Regreso del Jedi en donde el emperador Palpatine lo forr… lo provoca durante media hora para que lo ataque y se pase al lado oscuro me parece ridícula y eterna.

Quizás el tema pase porque Star Wars era tan innovadora como verde en muchos aspectos, y nunca se atrevía a cruzar un limite que traicionara a su audiencia principalmente adolescente. Es por eso que la nueva trilogía, plagada de elementos reciclados, calzan mucho mejor en una audiencia moderna – compuesta de gente joven pero también de gerontes como yo que vieron la Star Wars original en 1977 con apenas 10 años – que la versión original. Ok, el cine moderno creció a la sombra de lo que George Lucas creó hace 40 años, y maduró generando un nuevo lenguaje, y lo que vemos ahora es la versión 2.0 de esa misma historia. Fallan los villanos, es cierto – no hay nadie que se acerque ni a los talones de Darth Vader – pero estos héroes emocionan. Y si hay quienes polemizan por el perfil de Luke Skywalker en la versión 2017 de Los Ultimos Jedi, permítanme decirles que están equivocados. Por primera vez veo a Luke como un héroe duro, sabio, expeditivo, un Jedi hecho y derecho. También es cierto que es un individuo mas curtido, perseguido por sus propios demonios como puede ser el atormentarse al haber entrenado a otro posible Darth Vader. En todo caso es una versión mucho mas natural de lo que fueron Yoda y Obi Wan Kenobi, tipos que vivieron lo mas tranquilos en el exilio después de haber dejado que el lado oscuro de la fuerza se devorara a toda la galaxia. Este Luke ha visto el desastre y prefiere morir en soledad, extinguirse como el resto de los Jedi ya que cree que la religión – y el poder de la fuerza – es mas una maldición que una virtud. Pero cuando las papas queman los héroes salen del olvido y recuerdan su temple, y dan un paso al frente dispuestos nuevamente a defender a los inocentes aún cuando ello suponga poner en riesgo su propia existencia.

Si Luke no es un Yoda dócil dispuesto a entrenar a Rey de buenas a primeras, al menos demuestra la lógica de su ostracismo y los motivos de su reacción. Oh, sí, el reciclado is strong in this one too, pero la gracia la tiene Rian Johnson que va en contra de las expectativas. “Ohhh, Rey encontró a Luke, le dió el sable de luz… qué momento… ¡¿qué?. ¿lo tiró al diablo?”. Y así como ésa pasan decenas de otras cosas inesperadas, muertes que no se ven venir, amistades inconcebibles y sacrificios imposibles de creer. No todo lo que cocina Johnson le sale bien – la persecución de la Rebelión, que debería haber creado un clima al estilo de La Batalla del Abismo de Helm (he aquí los ultimos rebeldes diezmados por la Primera Orden, la ultima esperanza para restaurar el orden en la galaxia masacrada sin piedad y reducida a un callejón sin salida donde la muerte es inevitable) no logra captar ese clima de desesperación, y la subtrama con Finn y la japonesita buscando infiltrar los códigos secretos de la flota imperial suenan a excusa superinflada para que el moreno tenga algo que hacer mientras Rey completa su entrenamiento en la isla – pero el 90% sí le funciona y, lo que es mejor, emociona. Y cómo. Desde las bravuconadas de Poe Dameron (“por favor, ponganme al general Hux en línea para hablar su rendición… sigo esperando”) hasta la expresividad de Rey al descubrir sus poderes en toda su magnitud… incluso Carrie Fisher tiene su cuota de momentos notables (alguno de ellos bordeando lo hiper ridiculo como cuando termina varada en medio del espacio… y sin traje que la proteja), y desde ya Adam Driver, que usa una especie de WhatsApp espacial (gracias a lafuerza.com) y habla en directo con Rey, lo que permite descubrirlo mas como personaje (y montando una dualidad de consecuencias incalculables: ¿quién seducirá a quién para llevar al lado oscuro / luminoso de la fuerza?). La frutilla es Domnhall Gleeson, el cual es tan estirado que termina bordeando la autoparodia (y da lugar a algunos de los momentos mas cómicos del filme).

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Es por todo ello que creo que Los Ultimos Jedi es la mejor película de Star Wars después del filme original de 1977 (por supuesto está Rogue One, pero no es parte de las trilogías principales). La perfomance de Mark Hamill es muy muy buena (y hablamos de un tipo que se la pasó haciendo papeles en cine serie B o Z casi toda su vida, a excepción de su notable Guasón en Batman: The Animated Series y derivados), exuda dignidad y respeto, y encarna a Luke Skywalker como uno siempre lo ha esperado – un defecto constante de la nueva trilogía ha sido el no saber respetar el espiritu de los personajes clásicos y darle mas bola a Rey, Finn y toda la nueva troupe -.John Boyega es menos payaso y mas héroe, Oscar Isaac es un ladrón de escenas constante, y Daisy Ridley se la ve mas aguerrida y mas mujer (sigue siendo una delicia de protagonista). En todo caso la mayor macana (alerta spoilers) es que Snooke , justo cuando se estaba poniendo realmente sabroso, decide hacer mutis por el foro. (PD: ¿cuándo le van a dar un Oscar a Andy Serkis?; PD2: ¿podría la gente de DC Comics tomar nota de cómo se hace un villano digital realmente digno y amenazante en vez de ese moco de plástico que fue Steppenwolf en La Liga de la Justicia?). (fin spoilers). Pero, por lo demás, La Guerra de las Galaxias: Los Ultimos Jedi es un filme que emociona, y por ello termina triunfando sobre su principal defecto que es el reciclado de una mitología harto conocida. El mundo precisa héroes por el cual uno pueda vitorear y aquí abundan, lo que demuestra la maestría de Rian Johnson como director para llevar a Star Wars a un nuevo estadío de popularidad entre el público moderno… aunque sea una decisión que resulte muy discutida entre los fans a ultranza de la saga.