Spy, una espía despistada

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

McCarthy en su esplendor

"Spy" es una de esas sorpresas gratas que lo agarran a uno desprevenido. La verdad es que cuando vi el poster promocional no pensé, "ah, mirá vos, seguro es una peli espectacular. Voy a ir a verla urgente al cine". Por el contrario, me imaginé que luego de algunas fallidas comedias con Melissa McCarthy en el rol protagónico como "Ladrona de identidades" o "Tammy", esta nueva propuesta no sería la excepción. Lo que me despertó un poco de interés fue el hecho de que la dirigiera Paul Feig, ese buen director que nos regaló la divertidísima "Bridesmaids". Con este nuevo film confirma que tiene mucha mano y timing para hacer que la comedia funcione, y eso no es nada fácil por estos tiempos.

La película se enfoca en Susan Cooper (McCarthy), una analista de la CIA que siempre ha querido trabajar en campo, pero nunca se le dio la oportunidad. Un buen día, luego de la desaparición en acción de un importante espía llamado Bradley Fine (Jude Law), Susan es reclutada para seguir a la hija (Rose Byrne) de un traficante de armas. La comedia se apoya justamente en la experiencia (o falta de la misma) de la novata Susan en el mundo sofisticado, complicado y peligroso del espionaje. En esto cobra muchísima importancia el rol de McCarthy como capocómica, que realmente se carga la propuesta al hombro y la hace funcionar fluida y efectivamente, algo que no había podido lograr con los títulos ya nombrados. Feig por su lado, combina muy bien la comedia con la acción, resaltando los personajes y sus vetas cómicas que son el plato fuerte de "Spy". Hay momentos realmente divertidos, que hacen soltar carcajadas genuinas y la trama, por más de que sea un cliché tremendo, mantiene al espectador interesado por lo que va sucediéndole a cada personaje. No es un peliculón, pero si es un producto super entretenido, que sabe lo que el espectador espera cuando va al cine a ver una parodia de espionaje.
Lo más flojo es sin dudas la trama, cuyo objetivo es estar al servicio de los gags de McCarthy. La historia es liviana y hasta por momentos infantil, pero los responsables del film son totalmente conscientes de esto y juegan con esa falencia saliendo airosos del proceso.
Una película tonta pero irresistible. De las más divertidas que vas a ver este año sin dudas. Si no te gusta McCarthy, abstenete, si te divierte, esta es su mejor comedia.