Spider-Man: de regreso a casa

Crítica de Diego Alvarez - Cuatro Bastardos

Spider-Man De Regreso a Casa: El Spidey de Disney.
Una nueva adaptación al cine de nuestro amigable vecino arácnido llega, ahora sí, para integrar el Universo Cinemático Marvel. ¿Está a la altura de sus predecesores?
Luego de los eventos ocurridos en Capitán América: Civil War (2016), un quinceañero Peter Parker (Tom Holland) debe volver a su habitual cotideaneidad como estudiante de secundaria, pero con su nuevo traje de Spider-Man proporcionado por Tony Stark (Robert Downey Jr.) que lo deja “jugar” en el barrio haciendo las veces de superhéroe local mientras no se meta en bretes mas grosos. Todo cambia cuando un criminal llamado Buitre (Michael Keaton) irrumpa en la ciudad utilizando tecnología Chitauri robada y vendiéndola como armas tecnológicas a otros criminales de poca monta.
El joven Parker no dudará en utilizar sus poderes para detener al Buitre, mientras balancea su vida como estudiante y superhéroe que quiere integrar las filas de los Avengers, probando una y otra vez que le falta mucho recorrido. Pero como Thomas Wayne dijo alguna vez “Caemos para aprender a levantarnos”, y así veremos a Spidey redimirse y finalmente ser el héroe que todos necesitamos, pero no nos merecemos.
Los más avezados no entenderán por qué estoy utilizando citas a la trilogía de Batman de Nolan, y es que no tiene nada que ver. Al igual que esta película de Spider-Man tiene nada que ver con lo que es el personaje en sí. No es una película perfecta y dista demasiado de lo que los críticos internacionales dictaminaron por decreto como “la mejor adaptación de Spider-Man”. No señores. Y voy a hablar como fanático del personaje de toda la vida.
Spider-Man: De Regreso a Casa (Spider-Man: Homecoming, 2017) es una película muy divertida y muy larga. Un film puroo y netamente de la asociación Marvel/Disney que cada vez prioriza más el marketing, el personaje “ganchero” a una historia con matices profundos y que conmueva. Y, además, se hace demasiado larga con sus más de 2 horas de duración.
Seguramente el niño, el púber, disfrutará de Spidey en su veta más juvenil y risueña (y quizás eso sea el punto “mejor adaptado”del personaje en el film), pero el Peter Parker que conocemos es un pibe conmocionado con la muerte de su tío (que, olvídense que se nombra acá) y con una fuerza de voluntad sobrehumana, a la vez que dicha muerte es el motor y motivación para ser Spider-Man. Este Peter no tiene una motivación mayor que ser parte de los Avengers. Es como una groupie que solo quiere una foto y autógrafo de su cantante de rock amado.
El trabajo de Tom Holland es sublime como Spidey, muy charlatán y sobre-excitado, pero como Peter Parker no logra el súmun de melancolía que generaba Tobey Maguire (pese a quien le pese), y por esto la dualidad del personaje todavía sigue sin ser bien adaptada.
Marisa Tomei como La Tía May, bueno, más intrascendente no podía ser (igual es bellísima en cámara a sus 52 años). Michael Keaton recrea a un Adrian Toomes/Buitre con sus buenos matices drmáticos y motivaciones, pero Loki sigue siendo Loki. El que se lleva las palmas es Jacob Batalon como el mejor amigo de Peter, Ned. Es el que más risas se lleva con su actuación y funciona como un gran partener del protagonista.
Podría seguir hablando de las fallas que tiene el film (como el score de Michael Giacchino, el menos inspirado de su carrera), pero como la entrada del arácnido al UCM es un buen entretenimiento pasatista que seguramente hará las delicias de los más jóvenes, pero no creo que llegue a conformar a los más puristas y amantes del personaje. Acá lo tienen, Spider-Man regresó a Marvel, lamentablemente Disney compró Marvel. AH, quédense para 2 (DOS) escenas post-créditos.