S.O.S: Familia en apuros

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

El regreso de la comedia familiar.

El género de comedia para toda la familia no solo fue históricamente vapuleado por la crítica, sino que también estaba viviendo en una especie de limbo, reemplazada por películas mucho más segmentadas, ya sea solo para chicos, solo para adolescentes o solo para adultos, sin posibilidad de "compartir". Otro debate podría formarse a partír de ahí (¿acaso una familia no puede compartir una película ATP que no intente complacer a todos?), pero vamos a dejarlo para otro momento. Ahora la atención se la lleva S.O.S. Familia en Apuros (Parental Guidance, 2012), una comedia protagonizada por Billy Crystal, Bette Midler, Marisa Tomei y un elenco de chicos y preadolescentes.

La historia comienza con el joven matrimonio formado por Alice y Phill Simmons (Marisa Tomei y Tom Everett Scott, respectivamente), dos padres modernos sobreocupados, permisivos y represores casi en la misma medida, que dejan que sus tres hijos se expresen como deseen pero a los que obligan a vivir a base de vida sana, educación especial y otros clichés de la paternidad modelo siglo XXI.

El más pequeño y revoltoso es Barker (Kyle Harrison Breitkopf), que vive hablándole a su amigo imaginario. Lo sigue Turner (Joshua Rush), un chico con un problema en el habla y por último está Harper (Bailee Madison) una especie de Lisa Simpson que vive exigiéndose para mejorar, sobre todo con su violín.

El conflicto de la película arranca cuando Phill debe viajar para presenciar una entrega de premios a la tecnología, en donde su proyecto de casa inteligente está nominado. Los Simmons encuentran en este viaje una especie de vacación, algo que no pudieron permitirse por años, y por eso deciden irse, dejando a los chicos-a regañadientes- al cuidado de los padres de Alice, Artie y Diane Decker (Billy Crystal y Bette Midler). La relación entre padres e hija no es buena, ya que Alice no está de acuerdo con sus métodos de crianza, pero las ganas de irse son más fuertes y accede. De todas formas, a último minuto decidirá quedarse, por la ya mencionada desconfianza que tiene hacia sus padres.

Esto es el detonante para que los enrredos se conviertan en los protagonistas, con un claro item en común: la diferencia generacional. Los abuelos poco y nada entienden sobre casas inteligentes, videojuegos, redes sociales, etc. Y los chicos no logran entrar al mundo antiguo de sus abuelos. Pero de a poco, el cariño comenzará a nacer, y Alice deberá admitir que sus padres no eran tan malos después de todo.

S.O.S. Familia en Apuros peca de ñoña, pero es lógico. Todas las comedias familiares son ñoñas. La inocencia y el humor "blanco" rodean a la película, que muchas veces peca de moralista (eso es su punto más bajo) y que si aceptamos su moraleja, puede fallarnos. Pero, en realidad, hay que verla por capas. Y si solo nos quedamos con la capa superior, creo que mucha gente (muy chicos y muy grandes, sobre todo) sabrán apreciar las risas que ofrece.

La comedia no es lo más brillante, y el regreso de Bette Midler a la pantalla se ve algo opacado por su entorno, pero si hay que ser honestos, S.O.S. Familia en Apuros no está para nada mal, y logra sacarnos varias sonrisas a lo largo de sus 100 minutos.

@JuanCampos85