Sonic

Crítica de Nicolás Ezequiel Barak - Cuatro Bastardos

Sonic: Lo bueno, si es chiquito y azul, doblemente bueno.
Si hay un subgénero infame en el mundo del cine, es el de las adaptaciones de videojuegos. La lista es extensa, y cada uno de sus exponentes demuestran que el simple hecho de poner un personaje que ya es conocido en otro medio no significa que lo que salga del experimento sea bueno. ¿Y qué pasó acá en «Sonic»? ¿Funcionó el experimento?
Sonic supo ser, pidiéndole permiso a un fontanero italiano y japonés, el muñeco más conocido del mundo del videojuego. En Argentina específicamente se consumió muchísimo, gracias a que las consolas de Sega eran más «amigables» con sus precios y sus videojuegos. Es por eso que el simple anuncio de una adaptación así, tan importante para la cultura popular, resultó en un suceso importantísimo. Y el primer tráiler fue, como mínimo, fallido.
Cualquier persona con redes sociales activas puede recordar el tráiler de hace un año, donde vimos el dibujo del erizo de Sega de una forma bastante peculiar y no muy querida por los fans. O en realidad, no muy querida por cualquier persona con un mínimo de criterio. Por suerte, desde Paramount/Sega o la persona que haya dado la orden, se rediseñó el personaje de Sonic para esta película con un aproximamiento muy parecido al de los videojuegos, y el resultado final, una vez vista la película, está muy bien logrado. Y con aún más suerte, y definitivamente algo de talento, el rediseño de Sonic no es lo único bueno del experimento.
«Sonic» cuenta la historia de un erizo azul que quiere volver a su planeta natal ya que el malvado Dr. Robotnik descubrió su existencia y está a la caza de Sonic. Con la ayuda de un policía amigo, el erizo deberá conseguir la forma de esquivar los ataques del doctor/científico malvado y salvar su propio pellejo. Obviamente, por si queda alguna duda, el tono de la historia es claramente juvenil. El que venía esperando, por alguna extraña razón, una adaptación profunda y compleja que reflexione sobre para qué sirve correr tan rápido como Sonic, saldrá decepcionado. Pero, vale la pena aclarar que, a pesar del target elegido, la película logra funcionar para los adultos gracias a algunos chistes, referencias y guiños a los fans de la franquicia videojueguil.
Este guion, que como aclaramos no viene a revolucionar nada, si resulta realmente divertido en algunas ocasiones. El humor va de la mano con algunas secuencias de acción muy buenas y sumamente visuales, demostrando que a pesar de lo que se podía imaginar en ese primer avance, el producto final si tiene una atención al detalle y un cuidado en general muy positivo. Puede que en algunos momentos las situaciones resulten algo estereotipadas y que nos encontremos con momentos demasiado predecibles, pero entendiendo el target al que se apunta, se puede perdonar. Es quizás en la resolución de algunos de sus conflictos dónde encontramos «lo más malo» de este guion. Con poca creatividad, algunas situaciones se resuelven de maneras demasiado simples, haciendo que toda la construcción narrativa tambalee bastante y desdibuje un poco el producto final. Eso sí, como aclaramos más arriba, las escenas de acción están geniales y son, junto a la actuación de un personaje específico, de lo mejor de la peli.
Y al hablar de un personaje específico, estamos hablando de nada más y nada menos que el villano Dr. Robotnik y la hermosa interpretación de Jim Carrey. Su regreso al mainstream de la pantalla grande es interesante para cualquier fan del actor, que en su interpretación recuerda a personajes tan queridos como el de «The Mask», una clara influencia para la construcción actoral de este villano. A eso se le suma la voz de Ben Schwartz para Sonic, que genera una mezcla de ternura y comedia muy fresca.
¿Y qué significa todo esto? Porque, tal como aclaramos al comienzo de la crítica, la fama de las adaptaciones de videojuegos siempre ha sido negativa. ¿Qué hizo bien «Sonic» para que salga bien lo que siempre sale mal? Simplemente hacer una buena película. Parece haber una vagancia importante a la hora de adaptar estas obras, considerándolas de menor calidad o con un fandom más ciego. Pero lo que acá «Sonic» demuestra es que las referencias y el fanservice deben ser lo secundario. Tiene que haber algo más detrás para poder sustentar una película a largo plazo, y por el resultado final de este experimento, desde la productora seguro estarán más que contentos con el potencial de generar secuelas cinematográficas de este personaje. A la larga, hacer algo bueno te deja mejor parado, siempre.
«Sonic» es la mejor adaptación de un videojuego a la pantalla grande. Tuvimos que esperar casi 50 años de historia del videojuego para lograr una adaptación a la altura de las circunstancias, y aunque no venga a revolucionar nada ni tenga una historia específicamente creativa, si deja huella de cómo se debe hacer este tipo de películas. Buenos actores, un guion divertido y un ritmo bien llevado convierten a «Sonic» en un gran potencial a largo plazo, generando una oportunidad para que los más chicos conozcan la icónica figura del erizo de Sega y dándole al fan un producto cerrado y bien logrado.