Sonic

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Gotta go fast!

Siendo apenas un niño, Sonic ya era la criatura más rápida de su planeta; eso lo puso en la mira de seres ambiciosos que pretendían explotar su poder para su propio beneficio. Perseguido y en peligro de muerte, con lo justo logra huir del planeta utilizando una bolsa de anillos que abren portales a cualquier sitio que su usuario desee.

Así llega clandestinamente a la Tierra. Pasa varios años escondido en un pequeño pueblo, aparentemente después de tener que abandonar un par de otros refugios. 

En Green Hills encontró un hogar ideal, llevando una vida agradable pero solitaria: al no poder revelar su existencia, establece una relación unilateral con algunas de las personas que viven allí. De las varias personas que acecha, su preferido es el sheriff Tom Wachowski (James Marsden), y es a su casa donde huye buscando refugio cuando el ejército, encabezado por el despiadado Dr. Ivo Robotnik (Jim Carrey), descubre su guarida mientras investiga un misterioso apagón que dejó a oscuras a toda la región.

Perseguido por el enjambre de drones del Dr. Robotnik que pretende capturarlo para estudiarlo, Sonic convence a Tom de ayudarlo a recuperar la bolsa de anillos que le permitiría huir del planeta para así seguir buscando un hogar seguro. Un camino que va a aprovechar para cumplir con una lista de pendientes que quiere poder experimentar antes de abandonar el lugar para siempre.

Con un buen balance de acción y humor, apuntando sobre todo a un público infantil pero sin expulsar al adulto, Sonic: La Película presenta una trama con la complejidad apenas justa para resultar entretenida. Mientras, desarrolla su tema central -la amistad- no como la simple coexistencia con otra gente para combatir la soledad que claramente atormenta al erizo, sino también como algo necesario para el crecimiento personal.

Durante ese par de días que pasan juntos en la ruta, establecen un vínculo que no se queda en lo superficial de divertirse juntos: además les permite replantearse lo que pretenden de sus vidas y ambos emergen más maduros de tal experiencia. Su némesis, en cambio, solo confía en sus máquinas y desprecia todo vínculo con otra gente, a la que considera demasiado estúpida para estar a su nivel e incapaz de aportarle nada.

Como suele ser en este tipo de historias, un héroe solo es tan interesante como el villano al que se enfrenta. Jim Carrey vuelve a sus mejores épocas de comediante, compone al ridículo científico siempre a un paso de pasarse de la raya de la sobreactuación, pero nunca lo hace. Queda como uno de los puntos más altos de Sonic: La Película, entregando un gran antagonista a la altura de las circunstancias. Relega a un segundo plano al sheriff que, salvo para ocupar una especie de rol paternal con el erizo adolescente, no tiene mucho espacio para lucirse por si mismo.

El diseño del personaje y la calidad de la animación recibieron muchas críticas en los meses previos al estreno, forzando un rediseño que dejó conforme a la base de fans al mismo tiempo que expuso algunas de las peores facetas de cómo funciona la exigente industria de la animación. Críticas sindicales aparte, todo el estilo de animación conserva cierto estilo de dibujo que acertadamente no pretende ser hiperrealista, fusionándose orgánicamente con los personajes y escenarios reales que enmarcan la historia del protagonista animado. En conjunto es una propuesta efectiva y bien balanceada que cumple con todo lo que se propone, dejando la puerta abierta para una secuela que incluya a otros de los personajes preferidos de la franquicia.