Sonic

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

La adaptación del famoso videojuego Sonic al cine sentó un precedente horrible: que el Estudio les hiciera caso a los fans por su reacción a un trailer.
Hace unos meses las redes sociales se habían inundado de críticas acerca del look del famoso personaje y 24hs después hubo un comunicado que decía: “Los hemos escuchado”.
Tiempo después salió otro trailer, ahora con el nuevo diseño, y ya no hubo más quejas.
Es verdad que los fans son los que se sienten más tocados por estas películas y está muy bien que se los tenga en cuenta, pero darle ese tipo de poder a un grupo radicalizado y a las redes sociales me parece un montón, y eso que yo soy fan de muchas cosas, pero bueno, da para un largo debate y este no es el lugar.
Más allá del infame diseño del erizo, la película está bien.
O sea, es una gran opción para un público juvenil dado a lo infantil y naif de su trama.
Los adultos tendrán que entender eso y la pasarán bien acompañando a un chico.
El film es la ópera prima de Jeff Fowler, quien viene del palo de la animación y aquí le pone impronta de videojuego a muchas secuencias e identidad para quienes lo jugamos. La acción está bien, pero nada sorprendente.
Lo mismo sucede con los VFX. En cuanto al elenco, queda claro que Jim Carey fue por el cheque, pero aún así su presencia y morisquetas realzan a un villano muy siempre.
James Marsden está bien siempre en su papel básico de bueno y no mucho más para decir. En definitiva, Sonic no es un film gamer pero tampoco reniega de ello.
Es un entretenimiento muy simple y bien logrado apuntado a un público infantil.
Ah, atentos que hay escena post créditos.