Somos Campeones

Crítica de Martín Goniondzki - Cuatro Bastardos

Somos Campeones: El Triunfo de la aceptación.
España nos ofrece esta comedia dramática sumamente conmovedora y atrapante que promete no dejar indiferente a ningún espectador. Un relato sobre el poder de la amistad, la aceptación, la humanidad y la generosidad que rodea a un grupo de personas con discapacidad intelectual.
Somos Campeones es un film de Javier Fesser (El milagro de P. Tinto), que pertenece a ese subgénero que representa a las historias con algún deporte como trasfondo. En esta ocasión, el juego es el basketball y tiene como agregado una trama sumamente emotiva y realista en cuanto a su temática inclusiva y todo lo que busca generar en la audiencia.
El largometraje cuenta la historia de Marco (Javier Gutierrez), un entrenador profesional de básquet, que luego de haber conducido alcoholizado es sentenciado por una jueza a realizar horas de trabajo comunitario para evitar varios meses de prisión. Esta situación lo lleva a entrenar a un equipo de basketball compuesto por personas con discapacidad intelectual. Al principio Marco se encuentra reacio a entrenar a este grupo de chicos, pero finalmente lo que para él representaba un problema terminará convirtiéndose en una lección de vida que nunca olvidará.
Como mencionaba anteriormente, las cintas deportivas suelen tener estructuras o arquetipos bien marcados que funcionan más o menos siempre de un modo parecido. Un equipo de inadaptados o marginados comienza a unirse con el objetivo de alcanzar una meta determinada a pesar de las diferencias y los problemas que vayan aconteciendo en el camino. Valores como los de la amistad, la camaradería, el honor, la honestidad, entre varios otros representados por el espíritu deportista y competitivo, siempre se hallan a la orden del día.
Somos Campeones no es la excepción a la regla y sigue básicamente la misma estructura, no obstante, la inclusión de un terreno inexplorado como lo es el de la discapacidad vinculada al deporte enriquecen la historia de base haciendo que el relato sea mucho más interesante, atractivo y emocionante. Fesser se muestra como un director experimentado, el cual logra amalgamar de buena manera el timing de la comedia con el comentario social de inclusión que busca fomentar la obra, algo que en manos inexpertas podría ser un campo peligroso y complicado para tratar. El respeto y la honestidad con la que es abordada la narrativa hacen que no sean necesarias falsas modestias, correcciones políticas y estereotipos que no sumarían a un producto audiovisual de estas características.
Es por ello que resulta realmente destacable el hecho de que los actores de este largometraje sean personas con las mismas discapacidades que presentan los personajes que les toca interpretar. Un cierre perfecto para terminar de redondear la idea de la película que tiene que ver justamente con la integración de estos chicos a la sociedad.
Respecto al guion, podemos decir que si bien transita por algunos lugares reconocibles dentro de este tipo de films, el diseño de este grupo variopinto de personajes hace que la historia se vea enriquecida, facilitando varios momentos cómicos de gran nivel, al igual que un arco de transformación interesante en el protagonista. Por el lado de la factura técnica no queda nada que reprochar en un film prolijamente realizado donde se destaca la sensitiva y delicada banda sonora de Rafael Arnau.
Somos Campeones es una película enternecedora, sensible y auténtica que no busca la manipulación emocional del espectador sino que intenta entretener de manera honesta y al mismo tiempo buscar la reflexión de la audiencia. Una comedia para disfrutar en familia.