Somnia. Antes de despertar

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Entre tanto película de género que se estrena por semana, de vez en cuando hay alguna que se destaca por sobre el resto. El nombre del realizador Mike Flanagan no debería estar pasando por alto entre los seguidores de nuevas experiencias en el terror.
Con otros tres largos abocados a este género, y tres más como proyectos estudiantiles; en todos demuestra ser un gran creador de climas, saber introducir perfectamente en la historia y provocarle las sensaciones que pretende lograr.
Con "Somnia", si bien cambia parcialmente de registro, vuelve a dar en el clavo necesario. El reino de los sueños es todo un enigma para el mundo científico, un panorama que aún al día de hoy, no se logra descifrar con total claridad.
Ese terreno de desconocimiento, es terreno fértil para que el cine arroje conjeturas propias y se valga de las ensoñaciones del modo que más le convenga. El centro es Cody (Jacob Trembley, el nene de La Habitación, demostrando otra vez ser talento en potencia) un niño del que en la escena pre créditos nos enteramos fue víctima de un intento de homicidio por parte de su padre.
Jabob entra – nuevamente – en el sistema de adopción, y allí conoce a Jessie y Mark (Kate Bosworth y Thomas Jane, respectivamente, ambos acordes a sus roles, algo falto de química entre ellos) un matrimonio todavía traumatizado por la muerte de su primogénito causa de un trágico accidente doméstico. Jacob, retraído y puntilloso, se muda con la pareja y todo parece un idilio, la conexión es inmediata, el chico es feliz y la pareja hace todo lo posible por crear un ámbito amable en el que “las dos partes” puedan salir adelante. Pero llega la noche.
El nene se resiste a dormir y los padres no comprenden; finalmente logran que se calme y cierre los ojos… solo para descubrir el secreto detrás de Jacob; cuando duerme, todos sus sueños se materializan.
Al principio son unas inocentes y hasta majestuosas mariposas. Jacob pregunta por el hijo biológico de la pareja, y esa misma noche el niño se presenta ante sus padres. Jessie comenzará a manipularlo para poder tener a su hijo biológico fallecido aunque sea por un rato. Pero hay más, los sueños también se componen de pesadillas, de terrores nocturnos, y el que persigue a Jacob se llama “El hombre Canker”, el devorador.
Si ya vieron "Ausencia", "Oculus", o la aún inédita en nuestro país "Hush", saben que Flanagan prefiere llegar al momento, sugestionar, antes que apurar y manchar la pantalla con litros de sangre. Somnia puede ser vista como un drama, la angustia de todos los personajes traspasa la pantalla, abunda en tonos ocres y oscuros, pinceladas de música en acordes tristes, y diálogos que demuestran una fibra sensible.
El realizador podría haber tomado el camino sencillo, replegarse en los golpes de efecto y tenernos atados a la pulsión sangrienta. Pero no, nos presenta una película de personajes, un drama sobrenatural que se toma sus minutos para asomarse al terror. Esto no significa que aburra o se trate de un film de tranco lento, mantiene una atmósfera expectante de suspenso continua, los ojos no pueden despegarse a la pantalla, porque sabemos de Jessie está actuando mal, y que algo malo va a pasar.
El guión tiene algunas fallas, no todo cierra a la perfección, pero ciertamente no parece fundamental a la hora de tomar el resultado conjunto.
La producción de "Somnia" fue de lo más complicada, en medio de su realización la empresa mayor encargada de financiarla, Relativity Media, cerró sus puertas, quedando el film en una suerte de limbo que no solo dificultó su estreno (somos uno de los pocos afortunados países que podremos verla en sala), sino que hizo que todo su presupuesto se viera afectado.
A la hora del resultado esto se nota, los efectos en CGI quizás sean el punto más flojo de la propuesta, pero aun así, no dejan de entregarnos momentos de contrastes muy coloridos y acogedores, resaltados en los sueños felices de Jacob.
Por el resto, es una película pequeña, que juega mucho con las sombras, que trata de mostrar poco, e inteligentemente vuelve todo eso a su favor para crear el misterio y la opresión justa. Con un poco de "Paperhouse: Sueños Alterados", "Caso 39", "They: Habitantes de la oscuridad", "La extraña vida de Timothy Green", y por qué no "Sucker Punch" y la saga de "Pesadilla en lo profundo de la noche"; Flanagan entrega una película que destaca por su originalidad, por no tomar el camino sencillo, por centrarse en los conflictos personales, y por saber aprovechar astutamente su escaso presupuesto.
"Somnia" es de esos regalos que hay que descubrir en la cartelera; no es una propuesta perfecta, pero le alcanza y sobra para ubicarse por encima de mucho de lo que se estrena hoy día; y nos está diciendo que hay que seguir a su realizador.
Esperemos resista las mieles de una gran productora ahora que debe afrontar como próxima propuesta la secuela de la mediocre "Ouija".