Sombras tenebrosas

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Cuando al final todo queda en familia

Nuevamente juntos, Tim Burton y Johnny Depp se divierten dando forma a una familia disfuncional que convive con un pariente vampiro que resucita en pleno 1972. Todo el elenco (y los cameos) acompañan y realzan la cinta.

Tim Burton construyó en 30 años de carrera, un número de cortometrajes y largometrajes que cambiar con la cara del cine industrial para siempre. Pero ha sido también la voz de los freaks, de los incomprendidos y los diferentes. Sombras tenebrosas es una comedia familiar, pero de la clase de familia que Burton podría hacer. El protagonista, un héroe de aire gótico llamado Barnabas Collins (Johnny Depp, en la octava colaboración con el director), se encuentra con un mundo moderno cuando luego de estar atrapado en un cajón durante casi dos siglos, logra liberarse en 1972.
La película jugará a la comedia a la vez que describirá la maldición melodramática y de corte fantástico de la cual Barnabas es víctima. Burton conoce a estos personajes, le resultan familiares los malditos, los siniestros, los perturbados. Supo, mucho antes que fuera una moda universal, que todas las personas tienen un costado oscuro y habitan en soledad su propia condición de diferentes.
Sombras tenebrosas vuelve a tener a Burton más cerca de un tema que lo ha obsesionado en esta última etapa de su carrera, que es la familia. La familia cobra particular importancia en El gran Pez, Charlie y la fábrica de chocolate y Sweeney Todd. ¿Pueden los fenómenos tener una familia? ¿Podrían Batman, Edward Scissordhands y El jinete sin cabeza integrarse? Esta comedia festiva y oscura a la vez es un despliegue consciente de todos los temas y toda la iconografía del director así como un regreso a sus obsesiones más recurrentes.
Nadie en normal en un film de Burton, porque la normalidad no existe en su mundo. Pero la aparición de Barbabas Collins le permitirá a sus herederos, abrazar su lado dark con orgullo, sentirse felizmente diferentes y vivir en consecuencia. Si el universo visual de Tim Burton ya no necesita presentación y acá vuelve a ser deslumbrante, sí hay que decir que las actuaciones merecen mención aparte. Depp hace lo suyo con esa libertad que sólo Burton sabe darle y Michelle Pfeiffer realiza por lejos uno de los mejores trabajos de su carrera. Eva Green y Helena Bonham Carter son un lujo extra, pero la cereza del postre es ver al vampiro protagonista hablando con el maestro de vampiros Christopher Lee, y una aparición de Alice Cooper que no tiene desperdicio. Lo que se dice, finalmente, una familia muy normal…