Solos en la ciudad

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La necesidad de pensar un futuro

El filme tiene buenas y probadas actuaciones. Felipe Colombo y Sabrina Garciarena defienden sus papeles con honestidad y con el amplio bagaje de una extensa carrera que les ha dado una popularidad bien merecida.

Una pareja dispuesta a vivir el presente y asumir sus consecuencias, son los protagonistas de "Solos en la ciudad", una comedia pequeña que dirigió Diego Corsini y en la que exhibe algunos de clisés típicos de la pantalla en pequeño formato.

La crisis de pareja es lo que se impone en este filme, hecho de pequeñas escenas de a dos, o de a tres, en la que los diálogos la mayoría de las veces resultan demasiado poco atractivos y faltos de contenido, o demasiado pretenciosos.

JUSTIFICACIONES

"Solos en la ciudad" es una comedia liviana, en la que Santiago opina que lo suyo es el presente: dictar sus clases de historia y por ahora no casarse. No explica las razones de no querer dar el sí y esa es una de las explicaciones que le pide su novia.

La chica se llama Florencia, es una joven abogada, que trabaja en el estudio de su padre y es una mujer previsora. Ella imagina el futuro casados, con casa propia y un marido con un empleo con miras a evolucionar. Algo coherente para cualquier pareja, pero no para Sebastián, al que su actual y su ex novia lo acusan de ser medio chiquilín.

Como ocurre siempre, solo los amigos, o los padres son capaces de justificar el dolor de una posible separación y a ellos van a ver, cada uno por su lado, Sebastián y Florencia.

El filme tiene buenas y probadas actuaciones. Felipe Colombo y Sabrina Garciarena defienden sus papeles con honestidad y con el amplio bagaje de una extensa carrera que les ha dado una popularidad bien merecida.