Solo se vive una vez

Crítica de Carlos Manuel Horazzi - Citricón

Solo se vive una vez es un claro homenaje a las películas de acción de los 80’s con el condimento de la “argentinidad”. La historia de la película es bastante básica. Leo, el personaje de Peter Lanzani, es un estafador que básicamente usa a su novia para poner hombres con dinero en circunstancias complicadas para después extorsionarlos. Como es de suponer, en un momento se mete donde no debería, hecho que lo obliga a escaparse y esconderse mientras dicho hombre y sus matones lo buscan por todos lados.

Si les parece conocida la premisa es básicamente porque la han visto mil veces. En innumerables películas a través de las ultimas 4 décadas. Si bien es divertida, las escenas de acción estan bien filmadas y ninguno de los actores desentona con la cinta (desde Pablo Rago a Dario Lopilato) el problema es que la película atrasa.

Y cuando digo que atrasa, es porque es Comodines (1997) en una versión actual. El éxito de Comodines en su momento era que ese tipo de cine no se hacia en el país. Nadie se concentraba en la historia, los personajes, la historia, el guión, que se notaran los dobles de riesgo o los errores que tenia, porque no era lo importante. Era una película de Van Damme, de Stallone o de Schwarzenegger pero hecha acá, en nuestro país.

Pero pasaron 20 años desde Comodines. El cine nacional evoluciono, dando no solo producciones que ganaron el Oscar, sino constantemente demostrando que puede competir con cualquier película de Estados Unidos.

Si bien la película es correcta, cumple con todos los puntos que promete, y las escenas de acción, etc. estan mas que correctas, nos deja con la idea de que falta algo, y ese algo es un guión original, dirección de actores (no es casualidad que esta sea la opera prima de Federico Cueva, que se especializa en efectos visuales y coordinación de dobles) y, lo mas importante, la intención de contar una historia, en lugar de escribir un guión que sirva para conectar las escenas de acción que querían hacer.

En conclusión, la película es correcta. Cumple con lo que promete. El tema, es que la promesa atrasa 20 años.