Sólo para dos

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

Camino a la perdición

El paraíso no alcanza. Es más: el paraíso puede ser la perdición para quienes atraviesan algo así como la comezón del décimo año y que, casualmente, dirigen un all inclusive para parejas. Los vértices de esta comedia son Mitch (Nicolás Cabré), un recién separado solo en aquel hotel, y Valentina Martina Gusmán, que se tomó con este trabajo unas refrescantes vacaciones del drama- y Gonzalo (Santi Millán), como los anfitriones, además de otros personajes que conforman la trama de este nuevo intento del cine argentino por explorar un género difícil como la comedia. Mezcla de picaresca, vodevil playero y comedia de enredos, “Sólo para dos” transcurre sobre los rieles de esas tradiciones cinematográficas que fueron furor en los 70. También intenta ilustrar lo difícil que puede resultar eludir las tentaciones cuando las oportunidades parecen estar siempre a mano en ese entorno idealizado de playas caribeñas, ambiente relajado y cuerpos expuestos. Con la conocida fórmula, además de la referencia cercana de “Sólo para parejas”, “Sólo para dos” es una comedia ligera, sin pretensiones, que puede entretener a quienes creen que todo puede suceder en el entorno idealizado, de playas cálidas, días soleados, mar tibio y arenas blancas. Aún la infidelidad.