Sólo para dos

Crítica de Lautaro Cesario - Cinescondite

Cuando se termina de ver una película extranjera a la que se ven posibilidades de trasladar al país de origen, uno muchas veces se pregunta: "¿Cómo es que a nadie se le haya ocurrido hacer algo remotamente parecido acá?" Para el caso no hay -o son escasas-, comedias argentinas sobre adolescentes como podrían ser 21 and Over o Superbad. ¿Qué es lo que sucede para que un movimiento así no se genere? Sólo para Dos es un ejemplo que va a tratar de cocinar algo aprendido en la escuela de la Nueva Comedia Americana, pero con un resultado realmente penoso.

Ya con su título nos remonta a Todo Incluido (Couples Retreat), una sobre parejas que viajan hacia una isla caribeña para revivir su matrimonio. Luego, a medida que avanza en su desarrollo, empezamos a notar el parecido con la gran comedia Forgetting Sarah Marshall, cuando en el hotel se encuentra Jairo (Antonio Garrido), un cantante famoso que hace de la suerte de Aldous Snow (Russell Brand), junto a a Mitch, con un Nicolás Cabré en el papel de Jason Segel, y a Valentina (Martina Gusmán) como una especie de Mila Kunis. Al parecer esto no era suficiente y faltaba algo más para que la fórmula "funcionara", por lo que se agregó una pizca de Papá se volvió loco.

Ustedes pensaran que el director Roberto Santiago habrá podido rescatar algo de todas estas producciones, pero lo único que logró fue una monstruosidad en donde sólo se expone una comedia romántica mediocre que deja muy mal parados a los países involucrados. Esta co-producción entre Argentina, España y Venezuela no logra arrebatar una sonrisa al espectador y toca fondo cuando Gonzalo (Santi Millán) entabla una conversación con una iguana, una de las tantas escenas estúpidas, por ponerlo en términos políticamente correctos, que hay a lo largo de la película.

En fin, Sólo Para Dos no solo es poco original, sino que recae en los recursos más trillados del cine y en un sinfín de conflictos sin sustancia que no hacen más que poner en evidencia la falta de química actoral. No es fácil hacer reír, menos sostener la gracia durante toda una película, pero de seguro hay recursos suficientes como para hacer algo mejor que esto... o cuyos chistes al menos sean para todos.