Sólo la verdad

Crítica de Iván Gordín - Alta Peli

Cate Blanchett y Robert Redford investigan a George W.Bush y de paso cuestionan al cuarto poder.

Todos los medios del presidente

Apenas dos meses atrás Spotlight era galardonada como la mejor en película de 2015 y complacía a los amantes de la corrección política cinematográfica. Aquél film buscaba redimir la vapuleada figura del periodista como paladín de la verdad con la poca imaginación del plano-contraplano y algunas buenas actuaciones de un numeroso ensamble de actores prestigiosos. Exactamente lo mismo podríamos decir de Sólo la verdad, la única diferencia es que el tema de investigación de esta película no es lo suficiente interesante para 120 minutos de metraje. No hay red de pedofilia, ni espionaje presidencial, ni el asesinato encubierto de un presidente, no: aquí se investiga si George W.Bush gozó de beneficios durante su servicio en la fuerza aérea estadounidense. No será mi campo de especialización y quizás sea un ignaro, pero a mi me parece que hay cosas más terribles para investigar sobre el predecesor de Obama. Ok, ustedes me dirán – y con razón – que el cine no es el “qué” sino el “cómo”; bueno, lamento decirles que las escasas loas audiovisuales de la cinta tampoco ayudan demasiado a la tediosa trama. Lo curioso de todo ésto, es el que director del film es el guionista de la excelente Zodiac, una drama periodístico de esos que muchos podrían decir que no pasa nada, pero que funciona en todos los aspectos en los que Sólo la verdad fracasa espectacularmente.
Los mártires millonarios

60′ Minutes es el programa de investigación periodística más importante y respetado de la televisión norteamericana. Durante el cuestionado primer mandato de George W. Bush, un equipo de investigadores liderado por Mary Mapes (Cate Blanchett) elucubró un informe sobre el fraudulento pasaje en el servicio militar que luego fue presentado por Dan Rather (Robert Redford) en el programa mencionado previamente. El informe ocupó el centro de la agenda mediática y causo una importante controversia en un año previo a las elecciones de 2005. Rápidamente, los republicanos empezaron a cuestionar la documentación y la pericia utilizada para darle credibilidad a la investigación, algo que puso en aprietos a CBS, la cadena encargada de la transmitirla. Así será como Mapes y cía. intentarán develar el complejo entramado de influencias que entorpecen el alcance a la verdad.

El principal problema del argumento es que en su hincapié por demostrar la culpabilidad de Bush, se convierte paulatinamente un panfleto Demócrata. La hipótesis del informe es el eje central de la trama y no se usa el caso como crítica a los conglomerados mediáticos y la ética periodística, apenas hay dos o tres líneas al respecto y en ellas la protagonista expresa que “la noticia es más importante que los detalles”, es decir, lo que importa es inventar la noticia, no las pruebas. Entonces tenemos 20 minutos de debates sobre fuentes del Microsoft Word y acrónimos de instituciones militares que no van a ningún lado y hasta por momentos tenemos que sentir empatía por millonarios periodistas que toman whisky en su costosa propiedad en Park Avenue. Digo “tenemos” porque el director siente que es una obligación agregar dramatismo con música estupideces mundanas como un diálogo sobre la Times New Roman. Lo peor es que estamos forzados a identificarnos con personajes que son contrariados con razonamiento sensatos y completamente lógicos, o sea, es un panfleto que no sirve porque pone al espectador del lado de los Republicanos!. La inventiva visual y narrativa brilla por su ausencia en la gastada formula de plano general-medio-closeup. Lo único que se salva es la interacción entre Blanchett y Redford, dos interpretes con mucho oficio y que siempre es un placer verlos actuar.
Conclusión

Sólo la verdad es un panfleto de compromiso artificial y con una clara intención por autopoclamarse seria y necesaria. Un entretenimiento pasable para los amantes de la temática.