Soldado argentino

Crítica de Daniel Lighterman - Visión del cine

Con un diferente punto de vista sobre el conflicto bélico en las Islas Malvinas, que este año cumple 35 años y que aún es una herida sin cerrar para nuestro país, se estrena Soldado Argentino solo conocido por Dios (de Rodrigo Fernández Engler): una revisión melancólica sobre la guerra y la situación de los ex combatientes.
Juan (Mariano Bertolini) y Ramón (Sergio Surraco) son amigos de la infancia hasta que Juan se enamora de Ana (Florencia Torrente), la hermana de Ramón. Mientras él se prepara para ingresar al Bellas Artes, Ramón decide hacer la carrera militar. Cuando la conflagración se desata los amigos se reencuentran camino a las islas, sólo para ser nuevamente separados por la muerte de Ramón. Ya terminado el conflicto es Ana quien se encargará, a través de la búsqueda del cuerpo de su hermano, de ayudar a Juan a encontrarse a sí mismo nuevamente.

Soldado Argentino sólo conocido por Dios transita dos momentos bien diferenciados: el primero, en el cual se nos muestra la lucha armada en sí, no revierte demasiadas novedades para el espectador. Es la segunda parte, la búsqueda de Ana, la que aporta al conflicto una mirada fresca y más interesante, porque habla sobre lo mucho que nos queda a los argentinos para saldar la deuda que tenemos con nuestros soldados, con los que murieron y los que volvieron, abandonados por los mismos que los mandaron a combatir.

Mariano Bertolini se luce en su protagónico. El personaje es querible y se puede fácilmente comprender la disputa interna que tiene, así como lo torturado del personaje. El resto del elenco acompaña pero no logra resaltar.

La mirada del ex combatiente de Malvinas, sesgada de casi todos los relatos, esta acá reivindicada en el papel que hace Ezequiel Tronconi, que aunque el guion lo vuelve sobreexplicativo, él logra con sutilezas comunicar mucho más sus emociones, permitiendo al espectador comprender su posición de un modo más complejo que lo que las palabras hacen parecer.

Soldado argentino sólo conocido por Dios tiene una una buena intención que no todo el tiempo logra desarrollar pero que puede resultar interesante para quienes quieran ver una nueva mirada sobre este tema.