Soi Cumbio

Crítica de Miguel Frías - Clarín

Pasión de multitudes

Documental que muestra a la famosa flogger, suelta, en su intimidad.

Usted quiere entender minuciosamente qué es o fue el masivo fenómeno “Cumbio”? ¿Quiere comprender en qué consiste ser flogger ? Bueno: nada de eso está explicado en este documental sobre la adolescente que, a través de su fotolog, despertó pasión de multitudes.

Soi Cumbio muestra a Agustina Vivero, verdadero nombre de la protagonista, en su intimidad familiar y en el vínculo con sus amigos, mientras la fama le cambia ambiguamente la vida.

La película no cuenta con una voz en off, ni con juicios ni con análisis sobre Cumbio. En realidad, invierte la lógica de los documentales de personaje y nos muestra, en este caso, las veloces, poderosas construcciones comunicacionales que envuelven a una chica como tantas otras. Por un lado, las redes sociales, que parecen ser una fuente de placer multiplicador para ella. Por otro, los medios periodísticos, con sus construcciones muchas veces arbitrarias. La brusca fama y sus efectos secundarios: para Cumbio, según lo muestra este documental, no todos fueron positivos.

Así podemos verla, al mismo tiempo que su familia, en los principales programas de TV, bombardeada a preguntas sobre su sexualidad, como si el tema resultara importante para alguien. La película, en cambio, capta sus idas y vueltas, como las de cualquier otra persona, con su novia. Cumbio demanda públicamente, y esto sí involucra a otros, respeto por la diversidad. Más allá de esto, destila rebeldía, vitalidad y confusión, como tantos jóvenes y adultos. Queda para otra película saber si su fama desmedida tiene justificación: acá constatamos la maquinaria mediática que la propició.