Sing 2: ¡Ven y canta de nuevo!

Crítica de Melody San Luis - Funcinema

A MEDIO TONO

Una película es una mezcla de muchas áreas trabajando en conjunto. Puede una sobresalir sobre otra sin que esto perjudique al resultado final. Pero otras veces, el foco queda tan puesto en una de esas áreas que se descuida lo demás. Algo así le pasa a Sing 2, y ya pasaba con su antecesora. Nos encontramos ante una película que cuenta con una buena selección musical, pero que resulta muy perezosa a la hora de contarnos la historia y las motivaciones de sus personajes.

No es que no van a disfrutar Sing 2, seguramente por momentos la pasen bien. El soundtrack seleccionado tiene muy buenas canciones. Si pensamos en la puesta también vamos a encontrar, sobre todo al final, unos buenos momentos visuales que acompañan a la música. Pero estamos ante una película un poco desabrida. Por momentos hay ciertas intenciones de acercarse al humor, pero nunca se atreve demasiado a desarrollarlo. Quizás peca de ser una película demasiado amable y descuida un aspecto que podría ser muy efectivo para lo que cuenta.

En cuanto a la historia que esta segunda parte nos presenta, vemos cómo este grupo de amigos son impulsados por el director para llevar a cabo un gran espectáculo con el que buscarán obtener fama y ser reconocidos. Hay varios obstáculos que deberán realizar para que esto suceda. Cada uno de los personajes lidia con su propio desafío, más allá del general. Las resoluciones de los problemas que cada uno de los integrantes del equipo realiza son bastante simples. Por este motivo, no hay en los personajes un cambio que llame la atención o que conmueva. Aunque sí hay uno de los conflictos que aparece mejor trabajado: uno de los personajes está traumado con el profesor que le enseña las coreografías y debe lidiar con esos miedos. Este desafío le permite al film ingresar un personaje muy simpático que lo acompaña en ese trabajo de fortalecimiento mental. Y por otro lado, esto lleva a que en la puesta final haya un despliegue atractivo del virtuosismo adquirido.

Si el gran problema de Sing 2 es que no construye ni una historia sólida ni personajes profundos, su gran virtud es que al igual que la anterior es muy posible que funcione en sus diferentes momentos musicales de forma dislocada. O bien puede verse como una película que se deja de fondo para prestar atención a determinadas canciones.