Sin tiempo para morir

Crítica de Agustín Miquel - Cineojo

En el episodio especial numero dos que hicimos para Cineojo con mi compañero Fiss. Hablamos sobre Casino Royale del 2006, primer film en donde el Bond de Daniel Craig hacia su aparición. Film que siempre me resulto fascinante el movimiento constante que tiene, con un bond corriendo y luchando en todo momento acompañado de un montaje medido, pensado y dinámico en donde también cada secuencia tiene un final memorable como la famosa escena inicial en donde Bond logra escapar de un encierro de oficiales luego de hacer bolar un tubo de gas. Una escena que muy bien imitaron aquí en un momento justo con la nueva 007.

Y sí, hay un nuevo agente con este número llamada Nomi. Algo que aquí no le afecta el ego a nuestro querido Bond el cual expresa que solamente es un número (esto sin ser un spoiler relevante).

Volviendo a Royale, nosotros en aquel film volvimos a sentir ese fuego y emoción por este personaje y sus películas junto a sus elementos característicos, porque el mismo Bond de Craig es así, y trajo a un héroe renovado con la acción más física combinado con elementos o escenas simples (pero brillantes) del espionaje. Un luchador rápido, más eficiente, fuerte y humano. Pero no humano por enamorarse de una chica, sino por el sufrimiento y el dolor en su rostro que expresa al haber perdido a Vesper (Eva Green), herida provechosamente justificada que aún se retoma en este film. Y que el movimiento mencionado choca con el presente a punto de caducar.

Tal vez Craig siendo el Bond más transparente, el mas a flor de piel a diferencia de los demás que eran más verdaderos agentes secretos (Brosman siendo más payasesco en sus últimas apariciones) con una identidad Bondiana poco asumida, priorizando siempre la misión antes que todo.

Craig como Bond en “No time to Die” prioriza a Bond, intentando vivir su vida y eliminando su contraparte existente de 007 luego de su retiro junto a Madeleine en una escena inicial que contiene dos prólogos brillantes que sirven como cortos aislados en donde ya se ve y se menciona el tema de los recuerdos y el pasado que hay que borrar y dejar ir, con elementos típicos del drama y terror que terminara en la separación entre estos dos por protección (sin decir más nada).

Pero esta escena inicial romántica que luego será interrumpida por la acción, nos sirve para identificar el choque entre la estabilidad y el movimiento que va a ser fundamental en este film y se volverá a repetir en otras escenas.

Si entendemos que la acción de correr, perseguir, luchar y matar es un movimiento constante; ese vivir en peligro que Bond deseara dejar. Fue algo que Royale indudablemente muy bien supo mostrar en su puesta en escena y también para ampliar formas en la saga.

Y lo estable ocurre en varios momentos, por ejemplo: al inicio en donde Madeleine y Bond viajan juntos en el Aston Martin y ella le pregunta “por qué no vas más rápido”, y Bond le responde “porque no hay apuro”. otra escena ejemplar es la que vemos a Bond descansando en una isla que parece el Jamaica visitado por Connery en la primera del agente “Dr No” (volver al inicio), disfrutando de sus lujos. Pero como dije, de nuevo vuelve a la acción con grandes escenas ya solo defendiéndose con sus tiros precisos y habilidades para escapar que ya connotan otra cosa. El querer escapar de esa vida.

“O mueres como un héroe o vives lo suficiente para convertirte en villano”
Aunque el film pareciera no desear lo mismo, tomando bastante de “The Dark Night” (hasta su compositor que redunda con sus ruidos en escenas que no requerían de sonido), tanto escenas como frases casi textuales por su temática similar. Pero No time to Die realiza mejor el ejercicio de poner héroe y villano cara a cara, tomando otras ideas sin culpa (y a flor de piel como su personaje) que funcionan mucho mejor aquí por su guion, que está bien escrito, y diferenciarse así de lo ya visto anteriormente como dijimos.

También el oportunismo como analogía sobre la situación mundial actual funciona en la decisión de separar y volver a unir a personajes que son piezas importantes para Bond y su misión. Pero que un momento no logran dejar de lado las diferencias con este. Pero nuevamente después (por la misión) se reúnen todos en un mismo plano que es emotivo sin haberlo deseado, generándonos cierto cariño por todos y su última función juntos sin necesidad de abrazos, besos, risas, choque de manos, etc. Simplemente con este simple recurso.

Sin olvidarme de la relación de Bond con Madelaine donde vemos los mismos recursos, pero esta vez, más directos, metafóricos y simplificados por la diferencia de relación. Siendo esto, algo distinto también en la saga.

Y aclaro que con oportunismo me refiero a que históricamente como todo fan sabrá, las películas de Bond siempre contienen la problemática política actual de Gran Bretaña o mundial en su trama, esto quedando siempre en un segundo plano a excepción de la fallida “Live and let die”.

FRASES REPRESENTATIVAS EN RELACION AL PUBLICO Y PERSONAJE
Existen dos frases ubicadas en momentos distintos que dialogan, no solamente con las temáticas del film, sino también con las posibles opiniones de algunos fans que pueden salir disgustados de la sala. Una tiene lugar en uno de los diálogos finales entre Bond y Safin. Este último le dice que “yo quiero la evolución mientras que tú quieres dejar todo como esta” relacionado con el plan malicioso. Pero digamos que este film tiene bastante de evolución, primero con respecto a su personaje. Y también sobre el cine de acción que existe a su alrededor en retrospectiva al pasado del agente. Es decir, siempre fueron los demás films de acción los que tomaron cosas de las películas de Bond. Pero ahora las influencias son compartidas dando lugar a algo que parecía impensado en los primeros años del personaje. Por ejemplo: que veamos a Bond llorar, que se enamora u otras cosas que van a ver en este film que tiene el final más lógico al Bond más humano que hemos visto en términos de desear ser alguien y no un número. Estando ante la presión de salvar tanto a Madelaine como a Inglaterra.

Si bien, no puedo revelar mucho más en esta crítica por su estreno reciente. El final de este Bond, es el de alguien no escapando de un peligro inevitable como el tiempo que se acerca a toda velocidad. Y sin poder disfrutar de su vida como humano, él dice necesitar más de ese tiempo de disfrute que para él, míticamente es efímero. Ya no corriendo ni escapando, sino finalizando su trabajo como 007, como lo habría querido Flemming y cómo debería ser, aunque nos duela tanto como al personaje. Ya pareciendo que el mismo Bond es el que exigiera una evolución o un cambio. Siendo No time to Die el que cumple con ese deseo, y también evolucionara la saga.

Y para concretar esta crítica (pero aun con más para decir), la segunda frase lo dice el personaje de M en un momento (el que vio el film sabrá cuál) en donde según mi memoria de un primer visionado, expresa: “Un hombre tiene que luchar por vivir, más que por existir”. Y si, a pesar de algunos leves defectos del film, No time to Die será recordada tanto como el Bond de Craig, el cual siempre vivirá en nosotros.