Sin límites

Crítica de Damián Serviddio - Suplemento Espectáculos

Dirigida por Neil Burger, el mismo realizador de la muy recomendable “El ilusionista”, y basada en el libro “The dark fields” de Alan Glynn, el relato tiene su génesis con Morra al límite de la presión, parado al borde de la cornisa y dispuesto a caer más de veinte pisos y dejar sus entrañas desparramadas por la vereda. Enseguida, viajamos un par de semanas al pasado a través de un eterno e inquietante zoom-in que sirve de telón de fondo a los títulos de apertura. Este original guión adapta con sumo cuidado la versión literaria de la historia y Burger traduce las palabras en cuidados efectos visuales que describen la sobre estimulación sufrida por Morra. Bradley Cooper, quien aquí también oficia de productor, no será un gran intérprete pero en este caso se ajusta a las necesidades del relato con mucha solvencia. La banda sonora y la edición (dinámica, a veces perturbadora) también son elementos que apuntalan el producto final.