Sin dejar huellas

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

EL CULPABLE SIEMPRE ESTÁ POR FUERA DE LO PREVISIBLE

Con un relato en torno a la desaparición de un joven, Sin dejar huellas muestra la investigación del caso y los obstáculos que se le interponen. Como en todo policial, a este film no le pueden faltar los giros sobre las diferentes posibilidades y los sospechosos. Retoma elementos ya utilizados en otros films del género, pero realiza algunos giros interesantes.

Luego de que un adolescente no apareciera por su casa, Solange, su madre, da el parte a la policía. Francois, es el detective que lleva adelante el caso. Pero este hombre está lejos de saber contener a la mujer, pues apenas puede con su vida. La condición del policía es un elemento fundamental para el film, porque su estado alterado da lugar a cierta negligencia y falta de apreciación de algunas circunstancias.

La figura del investigador retoma el típico indisciplinado dentro del servicio: toma alcohol a morir, aún durante la jornada laboral; tiene malas contestaciones; anda solo por la vida; y le encanta hacer chistes fuera de tono con las mujeres de su entorno, abusando de su figura de poder. Por momentos, da el aspecto de Gregory House. Pero más que la mera referencia o el atractivo por la personalidad, estas características aparecen en pos del enigma policial.

En el film hay tres historias que conviven. Por un lado, la familia del joven desaparecido, de la cual no se sabe demasiado hasta entrar en el final. Luego está el detective y su familia: en este sentido, el peso aparece por las dificultades que tiene Francois para relacionarse con su hijo y el traspaso que realiza de su vida al caso policial al encontrarse con la desaparición de un adolescente de una edad parecida. Y por último, está el ex profesor del chico, otro personaje que se lleva la atención por su pensamiento excéntrico, pudiendo verse en él cómo la fantasía literaria, los libros que frecuenta leer, irrumpen en su vida para trastocar sus criterios.

Sin dejar huellas mantiene la intriga sobre este triángulo. Sabe romper los límites del caso, involucrando al detective en la resolución. De esta manera, la película despega de la investigación en cuestión para poder también realizar una crítica a los crímenes que parecen menores y quedan impunes por no conocerse. Su cierre se da una manera un tanto forzada, pero juega con esto para poder poner al final una resolución que resignifique algunas de las pistas que ha dejado el transcurso de la investigación.