Sin City 2: Una mujer para matar o morir

Crítica de Leonardo González - Río Negro

Sin City, para caer en la tentación

En 2005 nos sorprendió a todos el estreno de la película La Ciudad del Pecado (Sin City), un film basado en los cómics escritos y dibujados por Frank Miller. Esta historia fue publicada como tira por la editorial Dark Horse en 1991 y después se adaptó al formato de novela gráfica.

El cómic presentaba distintos personajes que, en primera persona, relataban sus andanzas en la corrupta, sucia y violenta ciudad de Basin City.

La adaptación, dirigida por el mismo Miller y Robert Rodriguez (y una participación especial de Quentin Tarantino), fue un éxito rotundo. Los encuadres -muchos "calcados" a la perfección del cómic-, el uso del blanco y negro, las historias elegidas (El Duro Adiós, La Gran Masacre, Ese Bastardo Amarillo y El Cliente Siempre tiene la Razón), el excelente elenco, la violencia y sexo explícitos sin censuras, la originalidad del formato utilizado, hicieron un combo tan atractivo y espectacular que es uno de los mejores films adaptados a la pantalla grande proveniente del Noveno Arte.

Tuvimos que esperar casi una década para poder ver la secuela de esta perlita y, más allá de que no llega a ser tan buena como su antecesora, es una obra digna de ver.

Este largometraje está basado en la segunda historia publicada cronológicamente llamada Una Dama por la Cuál Matar (1993-1994) y presenta cuatro historias. En la primera, que le da el título al film, Dwight (Josh Brolin) es contactado por su antigua amante Ava (Eva Green) para que la ayude a escapar de su abusivo marido. Pronto se dará cuenta que la femme fatale tiene otras intenciones.

En Sólo Otra Noche de Sábado Marv (Mickey Rourke) despierta en una carretera cerca de los Proyectos rodeado de estudiantes muertos y sin recordar cómo llegó hasta allí. La historia La Larga Mala Noche, escrita especialmente para el film, nos presenta a Johnny (Joseph Gordon-Levitt), un joven y arrogante jugador cuyo objetivo es vencer y humillar al Senador Roark (Powers Boothe) en una mesa de póker. Grave error.

Por último La Gran Pérdida, otra historia original, en donde veremos a Nancy (Jessica Alba) queriendo vengar el suicidio de John Hartigan (Bruce Willis).

Un buen consejo es que se tomen el tiempo de ver la primera, lo hayan hecho o no. Les va a venir bien para recordar personajes y también porque un par de estas historias son secuelas y hasta precuelas de las que se vieron antes.

La dirección vuelve a estar a cargo de Miller y Rodriguez -atentos que se los puede ver en la pantalla del televisor del departamento de Nancy- y, prácticamente, todos los recursos que nos fascinaron en La Ciudad del Pecado vuelven a ser utilizados en ésta. O sea que la frescura, originalidad y encanto que generó la primera, acá se pierden. Para ejemplificar, es algo como lo que pasó con 300: El Nacimiento de un Imperio (300: Rise of an Empire, 2014), en menor medida, ya que esta es mucho mejor película.

En nueve años pasaron varias cosas que afectaron a este largometraje. Aunque en Una Dama por la Cuál Matar el personaje de Shellie aparece, los directores decidieron sacarlo por respeto a la fallecida Brittany Murphy. Michael Clarke Duncan, que también murió, tenía el rol de Manute, acá reemplazado por Dennis Haysbert. Cliwe Owen (Dwight) no pudo estar y Brolin tomó su lugar, al igual que la embarazada Devon Aoki (Miho) por Jamie Chung y Jeremy Piven (Bob) por Michael Madsen. Presten atención que aparecen Alexa Vega -ahora llamada Alexa PenaVega- y Lady Gaga.

Disfruten este film y, si quieren, sucumban ante la tentación. Es que en la ciudad del pecado todo puede pasar.