Sin City 2: Una mujer para matar o morir

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

El crimen en más blanco & negro & color

Luego del rotundo fracaso que tuvo en los Estados Unidos, llega la segunda parte del film de Robert Rodriguez y Frank Miller que sumerge al espectador en la "ciudad del pecado" bajo la misma estética que combina el blanco & negro con los estallidos de color.

Sin City: Una mujer para matar o morir es otra incursión de Rodríguez en el mundo del delito, construído con el espíritu de las viñetas del comic de Miller que tan bien ambos plasman en imágenes. En ese sentido, la película presenta varias historias: Dwight McCarthy (Josh Brolin en reemplazo de Clive Owen) es llamado por su antigua amante Ava Lord (Eva Green), quien le pide ayuda para escapar de un marido abusivo, el millonario Damien Lord; un joven (se incluye a Joseph Gordon-Levitt) que se juega su vida en una partida de poker con el senador corrupto (nuevamente encarnado por Powers Boothe), quien a su vez, desea vengar a su hijo....y los relatos continúan.

El espectador espera la acción constante en una entrega que no brilla por la originalidad pero que juega con los personajes y los climas ded manera eficaz, entre strippers armadas hasta los dientes, persecuciones automovilísticas, decapitaciones y samurais al estilo Kill Bill.

Al excelente reparto integrado por Mickey Rourke (personaje que no duda en apretar el gatillo con su rostro deformado), Jessica Alba, Bruce Willis (que parece seguir en la atmósfera de Sexto Sentido) y Rosario Dawson, se unen Ray Liotta, Stacey Keach y Christopher Lloyd (el científico de Volver al futuro) como el "médico" capaz de extraer balas del cuerpo a cambio de un buen par de zapatos.