Siempre a su lado

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

La Lealtad en cuatro patas camina con altivez.

Debo confesar que además de no poseer mascota alguna, no soy fan de aquellos filmes sobre animalitos buenos y divertidos, que desde la pantalla proponen alguna picardía, y generan complicidad hogareña de cine familiar, es más el año pasado uno terminaba embroncado de ver esa comedia tramposa llamada "Marley y yo", pero ahora luego de ver ésta puedo sostener que no todo es tan asi y que "Siempre a su lado", como aquí han titulado esta versión del filme nipón: "Hachiko monogatari" es muy distinta a lo anterior visto por estos ojos.

Basada en un caso verídico, acaecido en los años 20 en Japón, que también resguarda la historia una estatua del fiel Hachiko, perro que durante años fué a esperar a su amo dia tras día a la estación de trenes sin saber que este ya no volvería más. Richard Gere produjo ahora esta versión que se desarrolla en Rhode Island, donde es un profesor de música, casado con Joan Allen (comentario aparte: que le pasó a esta actriz con su cirugía..??? Cambió tanto que ya no parece la de antes!!), y llevan una vida feliz cuando a él se le cruza un cachorrito perdido en una estación, luego de idas y venidas, se convertirá en fiel mascota hasta que un día su amo no regrese del diario viaje en tren a su trabajo.

Con una perspectiva poco usual de ubicar la cámara como posiblemente nos observen los animales, con destacadas tomas y planos del can, sus gestos perrunos, su jadeo, y su forma de comunicarse con el dueño, el director Lasse Hallstron brinda una más que prolija y honesta apuesta, donde el animalito pasa a ser el protagonista, y Gere su secundario.
De manera simple la trama nos ofrece el sentido de la lealtad, el honor y el amor mutuo entre dos seres como pueden ser -o siempre lo son-, una mascota y su dueño, yendo más lejos y hablando también de la lealtad y la fidelidad, por ejemplo algo curioso pasa cuando el perro no acepta jamás jugar a la pelota ni aprender ninguna gracia, uds verán el porqué. Sin gansadas de comedia, sin personajes "malos", sin ninguna rebuscada línea, se propone una digna peli.
Hachiko -su nombre de origen oriental tiene su significado- hará que nosotros soltemos nuestras emociones, y veamos con beneplácito una propuesta cargada de genuino amor al prójimo animal.