Si fueras yo

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Agreguémosle al titulo en cuestión (“Si fueras yo”) algunos signos de puntuación ¿? Entonces podría responderse a esta posible pregunta, con:

Particularmente después de verla no la estrenaría y, prosiguiendo con la respuesta, utilizando más signos de puntuación, mira solo ¡Por vergüenza!

Hagamos un paréntesis, pongamos puntos suspensivos,….(sigo con los signos de puntuación; mire)….

El problema más grave está en el guión, (no como signo….etc,). En este momento hago referencia a lo que debería haber sido la descripción detallada de la acción y los diálogos, más específicamente certificando la casi ausencia de ideas originales. La sola presentación de los personajes en polos contrarios y amigos íntimos lo hace previsible.

Uno es un abogado exitoso, casado, padre de dos hermosas criaturas, pero que no tiene tiempo para su familia, para él primero esta el futuro. El otro, el amigo, solo es un proyecto de actor, desempleado, irresponsable, mujeriego, y mantenido por su padre.

El “conflicto” primordial es el intercambio de cuerpo, por ende, de situación entre estos dos personajes. Toda un mezcla, más bien un revoltijo informe, o sea sin forma, o mejor dicho, deforme de otras comedias, muchas, buenas la mayoría, y valgan como ejemplos: 1) “Quisiera ser grande” (1988), en la cual Tom Hanks le pide a un genio de un jueguito en una feria de entretenimientos y su deseo se cumple: cuando se despierta a la mañana siguiente duplico su edad. 2) “Hechizo de un beso” (1992), cuando Meg Ryan intercambia su cuerpo con un anciano antes que dé el sí el día de su casamiento.

En esta, los amigos desean eso que luego sucede lo expresan ante una fuente con la escultura de una doncella, en una noche misteriosa. Luego, por cuestiones muy poco explicadas, esa fuente es trasladada al día siguiente con destino incierto.

Pero hay más “homenajes” o “citas” reconocibles, sobre todo la utilización indiscriminada de escenas escatológicas que intentarían hacer reír al espectador, de la misma manera que sus guionistas lo hicieron con sus anteriores filmes “Que paso Ayer” 1 y 2), estrenadas en el 2009 la primera y este año la segunda. Con una salvedad, en estas la descripción se delimitaba a la radiografía de una caterva de inútiles.

Para estos menesteres de inclusión del mal gusto el director recurre a la digitalización de la imagen de la forma más vulgar, chabacana, posible, con la ausencia absoluta de alguna función narrativa, sólo producción de algún efecto en el espectador. Particularmente a mi me produjo la casi incontrolable sensación de tener la necesidad de huir de la sala, lastima que estaba en un lugar poco apropiado y que hubiese molestado a mucha gente, sobre todo a los que ya, a esta altura de los acontecimientos, habían podido conciliar el sueño.

Muy poco, casi nada para sorprenderse. La irreverencia implícita y esperable en este tipo de producciones también falto al encuentro. No alcanza con el intercambio de personalidades, el hecho que cada uno asume los roles del otro sólo redunda en los clisés, en los gags que deberían sucederse sin solución de continuidad, en lo que correspondería ser tal, como se presenta anticipatoriamente, como una comedia de enredos, pero ni son tan asiduos, menos originales, si chabacanos, burdos.

¿Cuanto tiempo se sostiene el intercambio? Lo suficiente como para que ambos modifiquen sus vidas para siempre. A sabiendas que es una fantasía ¿debería dejar de importar la verosimilitud? No me parece.

Hay acción narrativa, cuando visualizamos la mimesis, no en cuanto a concepción aristotélica, no en la capacidad de las acciones que por su coherencia externa e interna nos parezcan verosímiles, ni tampoco como vulgar imitación de actos humanos. Como si quisieran dar por tierra con una de las famosas frases de Oscar Wilde, cuando decía: “La vida imita al arte”

Esto lo logra, pues de arte, ¡nada!

En cuanto a los otros rubros no hay nada que cruce el límite de lo mediocre, ni la puesta en escena, menos aun la música que por empalagosa termina siendo insoportable.

Sí es para destacar, tratando de ser justos, pero afirmando que no alcanza para rescatar a la producción del hundimiento, las actuaciones de Jason Bateman y Ryan Reynolds, pero esto ya se daba por descontado.

Digamos, es mala y punto

PD: ¿Me faltó algún signo?