Shotgun Stories

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Hermanos divididos por la sangre

Shotgun Stories, ambientada en las planicies de la rural Arkansas, sorprende por su ferocidad y contundencia.

Esta ópera prima del joven director Jeff Nichols fue una de las sorpresas del cine independiente norteamericano y del circuito de festivales internacionales hace un par de temporadas.

A pesar de su limitada experiencia (media docena de cortometrajes), este guionista y realizador que hoy tiene 31 años demostró una infrecuente madurez y solidez a la hora de plantear y luego desarrollar esta historia de desencuentros y venganzas que enfrenta en una escalada de violencia a dos grupos de medios hermanos divididos por la figura de un padre en común que abandonó a unos para formar una nueva familia con otros.

Ambientada en una zona rural y de pueblos bajos del sudeste de Arkansas (de donde es originario el director), Shotgun Stories es un tenso melodrama familiar que remite a los primeros trabajos del gran Terrence Malick y que tiene elementos propios del western urbano en la línea del cine de Walter Hill.

Michael Shannon interpreta a Son, el líder de los tres hermanos Hayes, una suerte de clan bastante patético y con serias dificultades laborales, económicas y afectivas. Tras enterarse de la muerte de su padre, los tres irrumpen en el velorio para decir su verdad. La reacción de sus medios hermanos no se hace esperar y se desencadena, así, una escalada de violencia propia del "ojo por ojo".

La película -premiada tanto por el jurado oficial como por el de la crítica del prestigioso Festival de Viena- transmite, más allá de algunos lugares comunes de estas historias de pueblo chico e infierno grande, toda la carga de frustración, de tensión y de odio propias de una situación familiar y socioeconómica de esas características.

Al interesante entramado dramático, Nichols le suma una bello y climático trabajo fotográfico en scope (pantalla ancha) para aprovechar en todo su esplendor los paisajes (ríos, llanuras, pueblos de casas bajas), que resultan mucho más que un mero elemento visual de aspecto decorativo para convertirse en un aliado esencial para definir a los personajes y para construir los climas que la historia necesita.