Shirley

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La novela que escribió Susan Scarf Merrell, basando en la autora Shirley Jackson y su esposo el crítico y profesor Stanley Edgard Hyman fue la base para que Sarah Gubbins escribiera el guión de este film intenso, intrigante y misterioso. Poco importa la verdad histórica sobre la escritora que influenció a Stephen King y que escribió entre otros textos “La Lotería” y La Maldición de Hill House”. Tanto para la guionista como para la directora Josephine Decker lo que vale es la construcción de personajes y meterse en sus mentes, en sus juegos de poder y de locura. Asi la realizadora, con una gran fotografía y dirección de arte, crea climas alucinantes de recuerdos, fantasía y realidades que captura al espectador y lo sacan del pensamiento lógico. Un matrimonio compuesto por una escritora famosa y un crítico y profesor universitario, invita a vivir en su casa a un matrimonio joven. La excusa es un nuevo trabajo para él en la universidad donde el dueño de la mansiuón tiene una cátedra. Para la joven esposa embarazada queda otro mundo: desde las tareas domésticas hasta el abandono de su marido siempre muy ocupado. En ese contexto queda a merced de la dueña de casa, estancada en la creación de una novela y el profesor brillante y abusivo. Son las arañas que tejen sin cesar para atrapar a los demás en su mundo de crueldades y dominaciones. Con un trabajo espléndido de la siempre talentosa Elisabeth Moss, con Michael Stuhbarg y Odessa Young en trabajo muy logrados, el film tiene la atmósfera enrarecida de sueños y datos desgarradores de las relaciones, que envuelven a los personajes prisioneros de sus propias necesidades y frustraciones.