Sherlock Holmes

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Si uno se olvida un poco de la imagen clásica e inmaculada del detective criminalístico Sherlock Holmes, sin dudas que va a disfrutar intensamente de esta versión siglo XXI que propone la película del resucitado Guy Ritchie. El cineasta, que hizo una irrupción impactante en el mundo del cine con Snatch y que luego de unos años de repliegue retornó auspìciosamente con Rocknrolla, ofrece aquí una mirada riesgosa y audaz pero fascinante del inspector creado por el escritor escocés Arthur Ignatius Conan Doyle. El personaje, ese sagaz y obsesivo detective londinense de fines del siglo XIX, era capaz de resolver los casos más engorrosos y complejos gracias a su capacidad de observación y razonamiento deductivo, fue el rol más interpretado en cine, con setenta actores que le dieron vida en más de doscientos títulos.
Y Ritchie aparentemente tira por la borda todo ese historial, hace borrón y cuenta nueva y le quita a Holmes muchos de sus atributos característicos, especialmente aquellos que tienen que ver con el vestuario y su afectación típicamente británica. Ya no veremos aquí su gorro de cazador y su ornamentado abrigo, ni mucho menos escucharemos la célebre frase "Elemental, mi querido Watson", que en realidad sólo aparece en una de los relatos y nunca más se repitió. Tan sólo encenderá su emblemática pipa en un par de ocasiones, y en ninguna de ellas ese gesto estará relacionado con situaciones relajadas y reflexivas.
Un final abierto con Holmes en primer plano lanzando un interrogante, se empalma con la reciente confirmación de una secuela de un film pleno de trepidante acción y despliegue, que aún al borde del anacronismo no le resta espacio a su proverbial astucia y perspicacia ni de otros elementos que forman parte del universo del personaje. Especialmente su inseparable asistente Watson, que aquí no luce como un simple partenaire, y que conforma con Holmes una suerte de dúo dinámico. A los diálogos irónicos e ingeniosos, la deslumbrante ambientación y los hallazgos visuales y narrativos hay que sumarle la habitual energía y desparpajo de Robert Downey Jr. al frente de un brillante elenco.