Shazam!

Crítica de Nicolás Ponisio - Las 1001 Películas

El otro Capitán Marvel.

Hace tan solo unos meses que llegó a las salas de cine Capitana Marvel como la primera heroína del Universo Cinematográfico Marvel y el primer estreno superheroico del año. Ahora es el turno de otra adaptación comiquera por parte de la competencia; el otro Capitán Marvel que, por cuestiones de derechos, solo lo nos referiremos a él a través del enérgico grito de Shazam!. El film cuenta en todo momento con esa misma energía poderosa que recorre el impacto de un rayo en el joven Billy Batson (Asher Angel), dando muestra del buen uso de las bases del cómic en la forma de una comedia familiar.

Shazam! no teme al ridículo y, a diferencia de los malogrados y solemnes films de DC que le preceden, abraza el humor en toda su expresión, lo que hace que el trabajo de Samberg sea en todo momento una fiesta para la audiencia, y lo es aún más gracias a la excelente química en pantalla de los dos niños protagonistas pero más aún en todas las escenas en las cuales la versión adulta de Billy —esto quiere decir cuando está convertido en Shazam (Zachary Levi)— interactúa con su hermano adoptivo Freddy (Jack Dylan Grazer). Esto se debe a que, a fin de cuentas, este es un film con niños y sobre niños y eso irradia cada escena y cada expresión y comportamiento de la caracterización de Levi.

La historia de un niño que es escogido a través de la magia para ser el campeón protector del mundo con la fuerza de los dioses griegos está colmada de iconografía popular nacida de las páginas de los cómics. Pero el camino tomado para ser contado es el no olvidar que se trata de un niño con superpoderes, lo que implica que con un gran poder llegan muchas irresponsabilidades, enojos y autodescubrimientos muy propios de la edad de sus jóvenes protagonistas. Todas las ideas tomadas para abordar estas divertidas problemáticas son muy acertadas en su tono y en la forma en que repercute en la amistad/hermandad de Billy y Freddy.

La manera en que Levi encarna a este poderoso superhéroe remarca enfáticamente que siempre se trata de un niño. De allí nacen las divertidas secuencias en que va probando y descubriendo sus distintas habilidades o lo que significa lidiar con un cuerpo que de un momento a otro a cambiado considerablemente como una etapa de crecimiento acelerada. El carisma y la gracia del personaje residen en la capacidad de su actor para no hacer que el público olvide en ningún momento que quien lleva puesta la capa es, en el fondo, tan solo un chico de 14 años.

La elección del villano de turno, y la forma en que se desarrolla su arco, es otro de los elementos fuertes del film ya que, al igual que su contraparte, se trata simplemente de un niño. Todo lo que motiva la maldad del doctor Sivana (Mark Strong) se debe a la falta de una infancia y un rechazo constante por parte de su familia. La ira de toda una vida y el resentimiento de no haber sido digno de llevar el manto de Shazam se expresan como enojos de un chico caprichoso y envidioso que, con la liberación de siete demonios que representan los pecados capitales, puede desatar un mal terrible sobre el mundo. De esta manera, la falta de madurez tanto en el héroe como en el villano es un hilo conductor que varía dependiendo del lado del bien o el mal en que la historia se deposite.

Shazam! apela a la diversión y lo entrañable de sus personajes, haciendo que el humor y el corazón del film tengan igual importancia, así como Freddy y Billy la tienen, tanto en conjunto como por separado. Samberg lleva a cabo una producción que, sin apelar a la grandeza o al heroicismo al que nos suele tener acostumbrados el género, busca simplemente divertir a través de la simpatía y el cariño de los personajes. Billy es un huérfano que, en el proceso de ser un superhéroe, debe aprender a sentirse parte de la familia que le da acogida. Los protagonistas del film logran eso mismo con la audiencia, el espectador la pasa bien y llega a entender a los personajes de tal manera que, de algun modo, se termina sintiendo bienvenido a ser parte de la familia que lo adoptó por unas horas al ver el film. Tan solo es necesario gritar Shazam! para sentirse como en casa.