Shaun el cordero

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Escape a la victoria

Una película menor de una factoría mayúscula como Aardman que, de todas maneras, vale la pena ver (y disfrutar).

Aardman, la productora que construyeron los geniales Nick Park, David Sproxton y Peter Lord hasta transformarla en la más importante factoría de animación artesanal stop-motion (cuadro por cuadro) del planeta, nos regaló en formato de largometraje joyas como Pollitos en fuga o Wallace y Gromit - La batalla de los vegetales. Esta, al igual que ¡Piratas! está un par de escalones por debajo de aquellas gemas, pero sigue siendo un prodigio técnico y, por momentos, también artístico.

Spinoff de Wallace y Gromit, Shaun el cordero se convirtió -antes de llegar a la pantalla grande- en una exitosa serie de televisión. En su primera película, el cordero vive con el resto del rebaño en la granja Mossy Bottom. Aburrido de la dinámica cotidiana, Shaun pretende engañar al granjero y tomarse un día libre para ir a la ciudad. Pero -claro- en el universo de las desventuras y enredos de Aardman nada sale tal como estaba previsto. El buen hombre (algo torpe y bruto) se golpea la cabeza, pierde la memoria y se termina convirtiendo en exitoso peluquero (en vez de esquilar ovejas corta cabelleras humanas).

Shaun y sus compinches harán todo lo posible por reestablecer el orden (la granja es tomada por unos caóticos cerdos), pero mientras intentan recuperar al amnésico patrón deberán enfrentar también al hilarante villano de turno, un empleado de la perrera municipal.

Maestros del slapstick, los creadores de Aardman (en este caso, la dupla de guionistas y directores integrada por Mark Burton y Richard Starzak) ratifican su inventiva y desprejuicio, aunque en ciertos pasajes los hallazgos en el terreno de la comedia física y las referencias para atraer al público adulto no son suficientes como para mantener siempre al film a las alturas que el estudio suele alcanzar. Más allá de no ser la obra maestra que siempre puede esperarse de Aardman, se trata de una propuesta de visión imprescindible para los amantes de la animación.